El gobierno alemán ha decidido mantener una posición de neutralidad total ante la euroorden de España contra el president Carles Puigdemont, lo que significa que todo dependerá de lo que decida en primer lugar la Fiscalía y después el Tribunal Superior de Schleswig Holstein, según informa la revista Der Spiegel. El gobierno alemán tampoco ejercerá el derecho de veto en contra de lo que decida la Justicia, al que tendría derecho.

La decisión se ha tomado después de contactos telefónicos al más alto nivel entre la ministra de Justicia, Katarina Barley, el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, el jefe de la Cancellería, Helge Braun, y Hans-Georg Engelke, secretario de Estado del Ministerio del Interior. En las conversaciones descartaron toda "injerencia política", en un tema que consideran especialmente delicado. La revista apunta que las conversaciones tuvieron lugar el pasado domingo, el mismo dia de la detención del president catalán, pero no han trascendido hasta hoy.

Según Der Spiegel, el gobierno alemán quiere evitar tensión con los länder después de que les concedió la decisión sobre los procedimientos de extradición. El abogado alemán de Puigdemont, Wolfgang Schomburg, ha pedido al gobierno alemán que aclare que este país no concede extradiciones por causas políticas.

La revista cita a dos juristas alemanes que apuntan que a Puigdemont no se le puede aplicar el delito de rebelión que cita el juez Pablo Llarena. "Es obvio que eso no es un delito del Código alemán", dice el abogado Michael Rosenthal. Y el expresidente de una sala del Tribunal Federal de Justicia Thomas Fischer, dice: "No es en absoluto obvio que el señor Puigdemont tuviera la pretensión de desestabilizar España a través de la violencia".