El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, pide que la Diada sea un "clamor sereno y nítido" de la voluntad democrática del pueblo de Catalunya "de convertirse en una nación libre en el mundo". Lo ha dicho en una carta que ha publicado este domingo El Punt Avui, en la que considera que "el éxito" de la movilización del 11 de Septiembre "es la mejor antesala a la respuesta de la sentencia del Tribunal Supremo".

Asimismo, ha hecho un llamamiento a la unidad y ha pedido dejar de lado la crispación y apostar por el "respeto y la generosidad". Las palabras de Cuixart llegan después de las desavenencias que han surgido dentro del independentismo en torno a la unidad estratégica y la distancia que la ANC ha querido marcar con los partidos y los políticos de cara a la Diada.

"Amigos y amigas, os pido que no alimentéis el reproche", ha indicado Cuixart que ha exigido "serenidad" para que la Diada vuelva a mostrar al mundo la voluntad del pueblo de Catalunya. Ha recordado la importancia de la movilización de este año indicando que "el éxito de la Diada es la mejor antesala a la respuesta de la sentencia del TS". Con todo, ha advertido que esta decisión "en ningún caso será la proclamación de ninguna derrota sino un paso más hacia la victoria".

Asimismo ha reafirmado el suyos postulados políticos: "Por dura que pueda ser la sentencia volveremos a ejercer cada uno de los derechos que el Estado condene, incluido el derecho a la autodeterminación, así como cada uno de los derechos humanos que "las Naciones Unidas exigen al reino de España que sean plenamente respetados", ha remarcado. Por eso, ha dicho, "hará falta toda la determinación del mundo y también mantener la coherencia en todo momento".

En este sentido ha considerado que "el único camino posible para alcanzar la libertad de este país es la acción no violenta, que es una lucha que pide tanta determinación como persistencia en el tiempo". También ha apelado a la "desobediencia civil" y ha dicho que estos son los principales instrumentos que la sociedad civil tiene "para desarmar el Estado y presionar a los políticos para respetar la voluntad de la ciudadanía".

Cuixart ha recordado que la clave reside en la unidad y ha rechazado la confrontación y la crispación: "Nos quieren desanimados y rendidos, crispados y enfadados entre nosotros, así que hay que recobrar la empatía y el respeto entre todo el mundo, la generosidad y la diversidad como riqueza, para fortalecer precisamente la lucha conjunta por la ambición de futuro que compartimos". Asimismo ha valorado que "el único camino es hacerlo juntos, desde el compromiso íntimo de cada uno consigo mismo."

Ha pedido no perder ni un segundo "en los cantos de sirena sobre indultos o una reforma del Código Penal para tipificar un delito ahora inexistente". "Nada de eso será ninguna solución al contencioso político que nos ha llevado hasta aquí", ha sentenciado.