Nuevo intento de torpedo en la línea de flotación de Junts pel Sí. Catalunya Sí que es Pot pondrá a prueba a ERC este miércoles en el pleno, con una proposición de ley sobre la reforma del impuesto de sucesiones, después de varias semanas en que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresident, Oriol Junqueras, han mostrado públicamente sus discrepancias sobre política fiscal.

"Es la semana de mojarse, no valen indefiniciones", ha clamado Joan Coscubiela. El diputado ecosocialista ha asegurado que, si hace falta, los republicanos tendrían que "desmarcarse" con el fin de "hacer honor a su ideario", y no "seguidismo de CDC". "Pueden pasar de los buenos gestos y las buenas palabras a las buenas políticas fiscales", ha remachado. 

La reforma de los confluentes, según ha explicado Coscubiela, permitiría aumentar los ingresos de la Generalitat en 2017 entre 400 y 500 millones de euros y afectaría al 5% de la población. "Hasta ahora el discurso el Govern es que Catalunya no dispone de ingresos suficientes, porque el Estado bloquea determinados impuestos", ha afirmado, reivindicando que "es parte de la verdad", porque "tiene un margen que no puede ser impugnado que afecta a las competencias propias y que no está utilizando". 

"Se ha hecho mucha demagogia por parte de la derecha, diciendo que las nuestras son propuestas que afectan a la clase media. Nuestra propuesta salva las clases trabajadoras y medias", ha defendido Coscubiela. En este sentido ha explicado que se excluirían de la tasa a las familias con una vivienda familiar de menos de 500.000 euros. 

Sobre la posibilidad de acabar negociando las cuentas con los de Puigdemont, el diputado se ha mostrado crítico con el hecho de que no se hayan querido reunir con ellos. "Intuyo que porque están haciendo continuismo puro de los gobiernos de Mas y ERC no tiene ningún tipo de intención de moverse". Si bien ha afirmado que "estamos dispuestos a hablar", también ha lamentado que la previsión de ingresos de Junqueras por impuestos "está inflada".