Ninguna sorpresa con respecto a la lectura que ha hecho el unionismo de los resultados de las elecciones del 27-S. Tanto Ciudadanos como el PP, después de negar continuamente durante la campaña el carácter de plebiscito sobre la independencia de estas elecciones, lo han ratificado al considerar que el resultado en votos es favorable a su alternativa política, en la que suman Catalunya Sí que es Pot. "Los catalanes han preferido unión a secesión", ha remarcado Albert Rivera.

Euforia en el Hotel Barceló Sants, donde unos 200 militantes y simpatizantes han celebrado cada escaño a medida que avanzaba el escrutinio. Ya durante los sondeos, Albert Rivera y el resto del equipo de campaña sonreían relajadamente. Porque, para Ciudadanos, quedar segunda fuerza en el Parlamento es una gran victoria que los perfila como la alternativa más solvente a Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales.

Durante la campaña, Ciudadanos ya expresó la voluntad de ser una "opción nueva y regenerada" que sedujera al votante del PP y del PSC, y los resultados confirman esta fuerza como la nueva cara del unionismo liberal-conservador, que pretende ser moderno, transparente, europeísta y, además, made in Catalonia, el portavoz del no a la independencia en Catalunya, de la oposición a las medidas de la Generalitat y un partido para gobernar en Madrid.

Por otra parte, los gritos de "No se puede" entre los simpatizantes de Ciudadanos, haciéndose sangre del desplome de Catalunya Sí que es Pot, con los cuales se disputaban el segundo lugar en el Parlamento, ponen de relieve la ventaja que esta victoria confiere a Rivera respecto de Pablo Iglesias en su carrera en la Moncloa.

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CSQP, el batacazo

El fracaso electoral de ayer es el de Catalunya Sí que es Pot, que pugnaba por ser segunda fuerza y ha quedado a catorce diputados de Ciudadanos. Será la cuarta fuerza empatada en escaños con el PP. Es un golpe muy duro para Pablo Iglesias y la confirmación del harakiri de ICV-EUiA.

La sede donde CSQP celebraba la noche electoral, la fábrica Fabra i Coats, parecía un velatorio, lágrimas del público incluidas. Ahora, la mirada está puesta en las elecciones generales, para las cuales previsiblemente Podemos se presentará más que nunca como aliado de los catalanes a favor del derecho a decidir para poder competir por el Gobierno de la Moncloa.

El PSC, estoico

Contra todo pronóstico, el PSC no es marginal en el Parlamento, como muchos anticipaban. Los 16 diputados (uno más de los que preveían los sondeos más optimistas) no sólo confirman que la formación tiene un fuerte porcentaje de voto oculto, que no revelan las encuestas, y que sus bases de apoyo son más firmes de lo que se imaginaba, sino que tiene todavía mucho que decir en la política catalana y española.

Miquel Iceta trabajaba con la idea de ser un valor clave en la gestión del escenario postelectoral si no ganaba el independentismo, y no se puede descartar que acabe siendo así, con un resultado a favor del sí sólo en escaños.

La postura inflexible de Ciudadanos respecto de la unidad de España -vale a decir que Rivera ha considerado en varias ocasiones que España ya funciona como un Estado federal y se muestra, por lo tanto, escéptico sobre una reforma constitucional en este sentido- sumada a la bajada de Iniciativa dentro de la candidatura de Catalunya Sí que es Pot, le otorgan un papel todavía lejos de ser residual en la política.

El PP, tocado

Ni el voto oculto ni la movilización han salvado al PP del porrazo que le pronosticaban todas las encuestas, a pesar de la apuesta por el nuevo valor Albiol.

Los populares pierden la titularidad en la defensa de la unidad de España en Catalunya, y este resultado les deja tocados de cara a las elecciones españolas.

Unió, extraparlamentaria

Finalmente, con la desaparición de Unió del hemiciclo, las peores pesadillas de Josep Antoni Duran i Lleida se han hecho realidad y dinamitan sus esperanzas de rehacer el partido.

Espadaler ya dejó claro que, incluso quedando fuera del Parlamento, no terminaría, y se volcaría a preparar las elecciones generales para obtener representación en el Congreso.

Duran, sin embargo, sí que ha decidido dejarlo y poner su cargo a disposición del partido. Su continuidad en Unió la votará el próximo Consejo Nacional el 17 de octubre.