La Mesa ha desestimado este miércoles la petición de Ciudadanos en que pedía que no se tramitara por urgencia extraordinaria la reforma del reglamento del Parlament. La petición, a la cual han dado apoyo los grupos de la oposición, ha sido el último intento de los grupos para intentar dificultar que la reforma del reglamento entre a debatirse en el pleno.

Una vez se constituyó la ponencia conjunta para reformar el reglamento y, permitir así, agilizar la tramitación de las leyes de desconexión, Junts pel Sí pidió a la Mesa tramitarlo de manera extraordinaria y reducir el periodo de enmiendas de los grupos a cinco días.

Ante este hecho, Ciudadanos intentó retrasar la entrada al pleno de la reforma y presentó una petición a la Mesa alegando que la tramitación de urgencia no está justificada ni motivada y que, en cierto modo, "restringe" los derechos de los diputados para estudiar las propuestas y presentar sus enmiendas.

Asimismo, han hecho uso de la jurisprudencia, en concreto de una sentencia del Tribunal Constitucional del 2016, en el que reitera la necesidad de detallarse los motivos por los cuales se pide reducir los plazos de tramitación, en caso de que se haga.

La Mesa, por su parte, ha desestimado la petición de Cs, que ha sido apoyada por los grupos de la oposición, y ha asegurado que "lo que pretende -la petición de la formación naranja- es objetar, nuevamente, la tramitación seguida en la propuesta de de reforma del reglamento [...] dado que se cuestiona que se haya iniciado sin consenso".