La última vez que el pleno del Parlament dio luz verde a unos presupuestos de la Generalitat fue el 22 de marzo de 2017. Los había hecho Oriol Junqueras con la mirada puesta en el 1-O. Hoy, tres años después de prórrogas y parches, el gobierno catalán aprobará unos nuevos gracias al apoyo de los comunes. Unos nuevos presupuestos que nacen caducados, como consecuencia del coronavirus.

La pandemia mundial ha trastocado completamente la previsión de gasto que detallan las cuentas de 2020. La crisis de la Covid-19 obligará a rehacer los números inmediatamente después de haberlos validado. Así lo reconoce tanto el propio gobierno como a sus aliados para validar las cuentas, Catalunya en Comú. Su apuesta, sin embargo, difiere de la del resto de partidos de la oposición. JxCat, ERC y los comunes entienden que es mejor aprobar estos presupuestos, aunque no estén pensados para combatir la crisis que vendrá, porque por lo menos aportan más recursos de los que había hasta ahora. Incorporan 3.070 millones que vendrán de un aumento de la fiscalidad.

En cambio, Cs, PSC, la CUP y el PP discrepan. Todos ellos darán la espalda a estos presupuestos porque los encuentran inútiles. Ya tenían previsto votar en contra antes del coronavirus. Sin embargo, el argumento principal que han esgrimido durante el pleno es que son "estériles" porque cuando se hicieron nadie se olía que llegaría una crisis de las dimensiones de la del coronavirus.

El PSC ha puesto de relieve que la partida que el presupuesto de 2020 aprobado hoy destina a Salut ya se ha gastado. Los socialistas califican la previsión de gasto "de engaño". El razonamiento de Ciudadanos es similar, aunque lo ha formulado con otras palabras. Los de Arrimadas consideran las cuentas "un viaje al pasado" porque se diseñaron antes de la pandemia. En la misma línea se ha expresado la CUP, que denuncia que los números nacen "caducos y abocados a modificaciones". Para el PP tampoco "son válidos". Los populares advierten, además, de que "a pesar de que puede estar justificado que gasten más, procuren hacerlo bien porque lo que gasten de más hoy habrá que pagarlo mañana". 

En cualquier caso, tanto el partido naranja como los socialistas ha pedido al Govern de la Generalitat "dejar de lado las diferencias" y han ofrecido "mano tendida" para hacer frente a la crisis que provocará la Covid-19 "independientemente del resultado de la votación de hoy".