La presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha intervenido en el comité federal del PSOE para pedir que se vote el informe de tres de los cinco miembros de la comisión de garantías que propone la constitución de una comisión gestora. Eso, o que se reúna la mesa de la comisión y emita un dictamen. La otra alternativa es que se disuelva el comité este mismo sábado. En el segundo de los escenarios, el resultado sería con probabilidad que se echara el secretario general socialista, Pedro Sánchez, porque 3 de los 5 miembros de la mesa son del sector sublevado.

Este viernes la misma comisión se reunió, dictaminando que Sánchez ya no ocupaba el cargo y que la comisión ejecutiva –con 17 miembros menos– estaba disuelta. Eso ocurre porque los críticos no consideran la legitimidad de la ejecutiva federal –que lo asume y se hace decir a sí misma "en funciones"–, pues interpretan que el reglamento es ambiguo y existen precedentes de dimisiones en bloque, donde una gestora ha tomado el control.

Las mismas fuentes reconocen que el ambiente en el interior del cónclave está "muy tenso". Parece que ha habido varias intervenciones espontáneas de algunos de los asistentes, hecho que habría motivado la intervención de la líder del PSOE-A. Con anteriodad ya se había producido un altercado entre la presidenta del partido a Andalucía, Verónica Pérez, y Rodolfo Ares, del sector oficialista. Pérez había reivindicado durante los anteriores que ella era "la autoridad", pero Ares se ha plantado y quería salir al atril a hablar, mientras que Sánchez se ha levantado al mismo tiempo y ha dicho que la situación era "muy grave".

Después de la intervención de la presidenta andaluza, el sector oficialista ha propuesto votar la celebración de un congreso extraordinario mediante una votación de carácter secreta, con la participación de los miembros de la Ejecutiva en funciones. Alrededor de la 16.00 horas de la tarde se ha producido un nuevo parón y la reunión se ha suspendido. Los críticos rechazan totalmente esta oferta y piden que Sánchez dimita hoy. Aunque no llegan a un acuerdo sobre el orden del día, estos mantienen la idea de que el voto sea público.

Por su parte, el exministro socialista, Pepe Blanco, ha amenazado con acabar en los juzgados – "medidas cautelares" ha dicho– si no se acaba dando una respuesta hoy.