El círculo sobre la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, sigue estrechándose. El grupo de críticos, Renovadores Cs, sigue presionando para renovar la cúpula del partido a través de una Asamblea Extraordinaria. Esta vez lo han hecho con una web que han lanzado este jueves con la cual pretenden recopilar firmas para forzar esta Asamblea.

"Seguro que tú, igual que otros compañeros, estás viendo con tristeza cómo muchísimos afiliados y cargos electos con quienes has compartido horas de trabajo, de esfuerzo, de alegrías, de ilusión, se están yendo decepcionados por la falta de participación y la escasa democracia interna. Seguro que tú, como afiliado de Ciudadanos, te has preguntado muchas veces qué podrías hacer para que eso no sucediera y nuestro partido volviera a ser aquel que ilusionaba, que crecía porque era una esperanza para muchos en medio de un panorama de nacionalismo, bipartidismo y populismo", han asegurado desde el grupo, que plantea dos alternativas.

La primera: "Continuar en silencio y no hacer nada, esperando que sigan tomando las decisiones por nosotros". La segunda: "Ser activo y decidir que juntos podemos cambiar las cosas. Si somos muchos podemos cambiar la actual deriva del partido que puede conducirnos incluso a la desaparición y volver al camino de los éxitos garantizando así el futuro del proyecto que representa este partido".

Así pues, estos críticos, que aseguran ser en torno a un millar, apuestan por convocar una asamblea "de la cual surja un liderazgo inclusivo e integrador que fomente el reencuentro de afiliados y exafiliados". "Todos comprometidos con el partido y el proyecto. En definitiva, una asamblea que ilumine un partido renovado, transformado, con una nueva cultura de partido, donde podamos volver a decir que 'Ciudadanos somos todos'", han agregado.

La agónica deriva de Cs

Desde que Albert Rivera dimitió después de dejar el partido naranja con sólo 10 diputados en el Congreso de los Diputados, la formación ha entrado en una agónica decadencia que el liderazgo de Arrimadas no ha hecho más que acentuar.

El partido no sólo ha pasado a ser irrelevante para la gobernabilidad española, sino que ha visto cómo decenas y decenas de afiliados se marchaban al PP o abandonaban la política después de varios naufragios políticos. Uno de ellos fue el que empezó en Murcia, apostando por una moción de censura contra su propio gobierno que acabó frustrada por la deserción de los propios dirigentes del partido en esta autonomía. Eso provocó la convocatoria de elecciones en Madrid y la expulsión del partido del Ejecutivo que compartía con Isabel Díaz Ayuso. Ahora parece que Cs ni podrá entrar en la Asamblea de Madrid.

Catalunya ha sido el otro gran pilar del fracaso reciente del partido. La candidatura de Carlos Carrizosa pasó de ser la primera fuerza con 36 diputados a ser la séptima (y penúltima) con sólo seis.