La prensa se ha hecho eco de una carta que ha enviado Cristina Cifuentes al rector de la Universidad Rey Juan Carlos por la cual renuncia a usar su máster. En realidad, la carta, con toda probabilidad filtrada por la presidencia de la Comunidad de Madrid, constituye un intento de exculparse de la presidenta y de cargar las culpas a la universidad (sobre todo insiste en la vulneración de la Ley de Protección de Datos y en las "irregularidades administrativas"). Cifuentes acaba la carta explicando que ha tomado la decisión de "renunciar a la utilización" del título y solicita "que esta renuncia sea considerada con carácter inmediato, a los efectos oportunos".

Validez dudosa

La renuncia a la utilización se ha realizado mediante una carta de la presidenta de la Comunidad al rector de la Universidad de Móstoles, sin pasar por ningún trámite administrativo (en el texto ni siquiera se especifican los detalles del curso ni del título). Tampoco consta, ni siquiera, que esta carta haya pasado por registro (en realidad, se ha filtrado antes de la hora de apertura de las oficinas universitarias). La validez del documento es más que dudosa. De hecho, el renunciar a la utilización del título no implica la invalidación del título. Además, el diploma de máster ya está cuestionado por las irregularidades en su concesión (la investigación de la fiscalía está confirmando las peores hipótesis legales para Cifuentes). Por otra parte, en su carta, Cifuentes afirma que el máster de la URJC, no "ha facilitado mi promoción de ninguna manera en ningún ámbito profesional ni político" y que no le ha reportado "beneficio ni ventaja profesional de ningún tipo". Es decir, que renuncia a utilizar un título que nunca ha utilizado.

Las universidades extrañadas

Se ha querido preguntar a la Universidad Rey Juan Carlos sobre la validez del procedimiento usado por Cifuentes para "renunciar a la utilización" del título. La respuesta ha sido tajante: no se puede renunciar, sin más, a un documento público administrativo. En cualquier caso, se podría instar la revisión del procedimiento para que la administración declarase la nulidad del acto, si se entendiera que es contrario al ordenamiento jurídico (lo argumentan con los artículos 106 i 125.1 de la ley 39/2015). En cualquier caso, esto no es lo que ha hecho Cifuentes. Preguntadas varias universidades públicas catalanas, han mostrado su escepticismo sobre el procedimiento usado. La Universitat de Barcelona ha confirmado que en su caso no hay ningún procedimiento previsto para la renuncia a un título (y mucho menos a la "utilización" de un título). Lo que está previsto es la anulación de un título por irregularidades en su expedición. El máster de Cifuentes tiene todos los números para ser anulado, pero no por una renuncia de la presidenta madrileña, sino a raíz de las investigaciones impulsadas por la propia universidad y por los juzgados.

¿Un asunto de Estado?

Sorprende que Cristina Cifuentes, para renunciar al uso de un título, no realice ningún trámite administrativo sino que se limite a escribir una carta al rector. Una carta, además, con el logo de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Para tratar un asunto personal como exalumna de una universidad, Cifuentes se dirige a la institución como presidenta de la Comunidad. Por otra parte, la carta no es nada protocolaria, como correspondería a un exalumno dirigiéndose a un rector. Cifuentes se dirige al rector tratándolo de "tu", y obvia su tratamiento protocolario de "Magnífico Rector". Una misiva muy reveladora de la relación entre Cifuentes y la URJC