Una organización a favor de la liberación de los presos políticos y un instrumento de denuncia de la represión del gobierno español. Estos son los dos pilares fundamentales de Crida per la Llibertat, una nueva entidad que se pondrá en marcha esta semana de la mano del exlíder de ERC Àngel Colom y del diputado de la CUP Carles Riera, que pretende poner en marcha nuevas acciones para acabar con la situación represiva en qué consideran que se encuentra el movimiento independentista.

Aunque Crida per la Llibertat se presentará este domingo al Ateneu Barcelonès, ya se puede intuir buena parte de las líneas de la organización en un manifiesto, que es toda una declaración de intenciones. Desde la nueva entidad, se quiere denunciar y parar la represión del Estado y empezar toda una serie de acciones por conseguir la libertad de los presos políticos, así como los independentistas que se encuentran en el exilio.

En el manifiesto fundacional, la Crida reconoce la "plena soberanía" del pueblo catalán y su capacidad para poder decidir su futuro democráticamente, todo siguiendo un camino no violento y teniendo en cuenta la "diversidad" de Catalunya. En el texto, la organización independentista denuncia un "retroceso" en los derechos al Estado español, especialmente con respecto a la libertad de expresión: "Desde el Estado se está dibujando un relato oficial descalificador que, en lugar de debatir con argumentos, presenta cualquier forma de protesta como violenta para así atentar la libertad de información", denuncian desde la entidad.

Por otra parte, también denuncian la judicialización del proceso independentista —con políticos y activistas encarcelados, y con más de 700 alcaldes perseguidos— y la intervención de las instituciones catalanas con la aplicación del 155, que ha supuesto —según consideran— "el golpe más fuerte a nuestro autogobierno" desde la dictadura franquista. Por todo eso, piden la apertura de una investigación para "depurar responsabilidades" por la represión policial de la jornada del referéndum del 1 de octubre.

Retorno a los inicios

La Crida no es realmente un nuevo movimiento político, sino la recuperación del Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes. Esta entidad, nacida en 1981, fue la reacción catalanista al manifiesto de los 2.300, un escrito de un grupo de intelectuales, que criticaba la política de inmersión lingüística de la Generalitat.

Esta organización estaba liderada precisamente por el exrepublicano Àngel Colom y el cupero Carles Riera, además del exlíder de la ANC y miembro de Junts per Catalunya, Jordi Sánchez, en prisión preventiva desde hace prácticamente cinco meses.

Durante diez años de trayectoria, la Crida a la Solidaritat llevó a cabo campañas a favor de la normalización del catalán. El Aeropuerto de Barcelona conocerá una de las acciones más vistosas de la Crida, cuando cerca de una treintena de activistas, disfrazados de viajeros y con maletas rellenadas con más de 4.000 aviones de papel con las alas estampadas con el sello "En català!", hacen volar los aviones ante el asombro de las fuerzas antidisturbios presentes en el aeropuerto.