El Crans Montana Forum no se ha inmutado por los reproches públicos que ha dedicado el ministro de Exteriores, Josep Borrell, a su director, Jean Paul Carteron. El ministro expresó el lunes el enfado a raíz de la presentación que hizo Carteron del president Carles Puigdemont en la reunión anual de la entidad a finales de junio en Ginebra y por la forma como se trató el pulso independentista. La entidad ha advertido que si el Gobierno no explicó su opinión fue por el "desinterés" de las autoridades de Madrid que no quisieron asistir a pesar de haber sido invitados.

En una carta abierta al diario Tribune de Genève, Borrell atribuyó la semana pasada al responsable del Forum "falta de conocimiento sorprendente" y ligereza impropia de alguien de su responsabilidad por haber hablado de la existencia en España de presos políticos y exiliados. El Crans Montana ha replicado colgando un comunicado en su página web titulada Relaciones de España y el Crans Montana Forum.

En este texto, la entidad explica que en la reunión de este año en Ginebra participaron más de 500 personas, entre las cuales numerosos jefes de estado, primeros ministros y miembros de gobiernos, y que se abordaron numerosos temas relativos a las relaciones internacionales y a la democracia, uno de los cuales concernía directamente a España. Por esta razón, dentro de la voluntad de organizar los debates equilibrados como es regla en sus reuniones, tuvieron el cuidado de invitar personalmente al mismo Borrell así como todos los miembros del Gobierno y los embajadores españoles en Ginebra, Berna, París, Bruselas y Roma.

"Desgraciadamente no recibimos ni una sola respuesta y no hemos podido hacer más que constatar el desinterés de las autoridades españolas", lamenta el texto.

Por esta razón, el comunicado concluye: "si un intercambio ha podido parecer desequilibrado a ojos de algunos, lo deploramos subrayando que no es por la acción del Forum", concluye.

Previamente, el Crans Montana Forum recuerda en el texto las relaciones no solo con España sino, en particular, con Borrell, las cuales se remontan a quince años atrás cuando fue presidente del Parlamento Europeo y más tarde en el Instituto Europeo de Boloña. Así mismo, destaca que el actual ministro ha apoyado a uno de los comités de honor de la entidad y ha participado personalmente en las reuniones del Forum en Bruselas.