La prefectura de Prada de Conflent ha advertido a los organizadores de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), que se celebra en esta localidad norcatalana, que este año no quiere ninguna concentración de personas y que establecerá controles a fin de que ello no se produzca. Quiere que la UCE este año se siga por vía telemática. Especialmente están preocupados por la expectación de que se ha creado por la conferencia que el viernes 21 de agosto tiene previsto pronunciar al president Carles Puigdemont, que finalmente se tendrá que seguir por internet.

En las reuniones organizativas de la UCE con prefectura, tanto el prefecto como el subprefecto han insistido especialmente en este punto, y han advertido que si se produce alguna aglomeración de personas cerrarán esta edición de la Universitat.

Uno de los miembros del equipo organizador de la Universitat, Joan Becat, ha pedido hoy desde Ràdio Arrels de Perpinyà que la gente no intente acudir a la UCE para ver a Puigdemont. "Tanto para este acto, como para todos los demás no vengáis a Prada en Vall Roc pensando que podréis pasar por una rendija y asistir", ha indicado.

"Lo lamentamos, pero no será posible, ni para los miembros del patronato de la UCE, ni para las personas que no participen directamente en el acto. Las condiciones que nos ha puesto [la prefectura] nos permiten a pesar de todo celebrar la UCE. Pero no habrá público. Espero que lo entenderéis", ha añadido.

Becat ha admitido que esta situación causada por la pandemia "les rompe el corazón". "El prefecto y el subprefecto de Prada, en las reuniones previas, indicaban sobre todo del público que podría venir a pesar de la prohibición y que se podría aglomerar en las puertas para forzar la entrada. Quedó claro que cerrarían la UCE aquel mismo día si somos desbordados por 10, 20, 30 o más personas que se reúnan a fuera para entrar", ha apuntado.

El primer ministro francés, Jean Castex, que es alcalde precisamente de Prada y ha asistido otros años al acto inaugural de la UCE, advirtió el mes de julio que los franceses no viajen a Catalunya, a causa del rebrote del coronavirus. Ahora está bajo control y con tendencia a la baja, pero la precupación del Gobierno francés por la situación sanitaria en el otro lado de la frontera resta inalterada.

La prefectura tiene en mente la gran concentración que se produjo en Perpinyà el pasado mes de febrero en un acto del Consell per la República, que congregó a unas 150.000 personas.