Más de una cincuentena de muertes de decalaje. El riesgo de una crisis sanitaria como la actual, durante la cual las defunciones se cuentan por puñados, es deshumanizar cada una de las vidas perdidas. Hoy, entre los datos que traslada el Gobierno de España y lo que publicó la Generalitat a última hora de la noche de ayer, hay 57 muertos de diferencia. Un hecho que rebaja el cómputo real de mortalidad por coronavirus en el Estado. ¿Por qué?

Cada mañana, sobre las once y media, el Ministerio de Sanidad actualiza el número de infectados, muertos, hospitalizados en la UCI y pacientes curados de coronavirus. Lo hace a partir de un informe que cada una de las comunidades autónomas envía al ministerio con la actualización correspondiente. Según explican fuentes del ministerio a ElNacional.cat, el real decreto de estado de alarma fija que cada gobierno autonómico debe hacer llegar los datos como muy tarde a las 9 de la noche. El Gobierno asegura que ha elaborado el informe de hoy, que eleva las muertes en Catalunya a 282 y los contagiados a 3.864, en base a la información que les trasladaron desde la Generalitat.

El caso es que si bien el número de infectados sí que coincide con lo que ha publicado el ministerio esta mañana, no sucede lo mismo con los muertos. El gobierno catalán comunica a los medios su propio recuento cada noche. Ayer lo hizo a las 21.21. Y según el balance, los muertos catalanes por Covid-19 son ya 339. Desde el Govern de la Generalitat, aseguran que el informe al ministerio se envió a tiempo. En cualquier caso, los datos eran públicos tanto en la web oficial de la Generalitat como en todos los medios de comunicación que publicaron los datos.

Lo que es un hecho es que desde que el ministerio cierra la actualización de datos del global español, a las 9 de la noche, y las hace públicas, a las 11.30 del día siguiente, pasan 14 horas y media. Una franja de tiempo suficientemente grande como para que por el camino vaya ampliándose la cifra de defunciones.

 

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