"Hay que parar y no se hace". Este es el motivo por el cual ERC volverá a abstenerse en la votación sobre la prórroga del estado de alarma por el coronavirus que este jueves se está debatiendo en el Congreso de los Diputados.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha asegurado que su formación dará apoyo a algunas de las medidas económicas, sociales y laborales que se presentan pero que, nuevamente, se volverán a abstener porque "la prórroga no es nueva".

El dirigente de ERC ha considerado que ahora hay que parar y se ha preguntado por qué no se ha modificado el punto del estado de alarma que prohíbe los desplazamientos. En la misma línea, Rufián ha apuntado que "no tiene ningún sentido que millones de niños no puedan salir a jugar ni cinco minutos pero las calles de las ciudades estén llenas de repartidores de comida a domicilio".

"No tenemos manía al ejército"

La militarización es otro de los motivos por los cuales la formación independentista se abstendrá en la votación de este jueves: "No le tenemos manía al ejército, pero tenemos memoria".

Gabriel Rufián ha insistido en que su partido no tiene en cuenta "el color del uniforme del ejército o la bandera que lleva si viene para echar una mano". Ahora bien, lo que ha criticado con dureza es que "el país se gaste cada año más de 11 millones de euros en presupuesto militar y después cuando llega una pandemia no haya mascarillas suficientes".

Los "pactos de la Moncloa"

Rufián también ha desdeñado la oferta del presidente Sánchez para alcanzar unos pactos de la Moncloa para salir de la crisis del coronavius, pues sostiene que aquel acuerdo de 1977 se hizo mal y que es "absurdo" plantearlo ahora como solución a la pandemia.

"Lo que tenemos por delante no se cierra con la cúpula de cuatro partidos, un ejército y un Rey encerrados en un despacho de Moncloa", ha dicho en el pleno del Congreso, subrayando que "no habrá pacto que valga" en España sin haber logrado antes un pacto en la Unión Europea y sin pactos en comunidades como el País Vasco o Catalunya.

Además, ha cuestionado las bondades de aquellos acuerdos de 1977 porque "las supuestas contrapartidas sociales del supuesto milagro de los pactos de la Moncloa nunca llegaron, las contrapartidas fueron saudíes y ya se sabe a quien llegaron. "La respuesta (a la actual pandemia) no puede ser reeditar aquello que se hizo y se hizo mal hace 40 años —ha enfatizado—. La respuesta va mucho más allá".