Cuando el PP consiguió la presidencia de la Comunidad de Madrid y la alcaldía de la capital española, la derecha mediática se apresuró en presentar uno y otro gobiernos como el baluarte de la España de verdad contra el gobierno "socialcomunista" de Pedro Sánchez. Madrid sería la fortaleza desde la que el PP no sólo resistiría el asedio de la izquierda sino la pista de despegue desde la cual reharía su mayoría con una política alternativa. De entrada, levantando la bandera de la rebaja de impuestos.

La pandemia ha dejado ver los descosidos de este relato. Madrid es el territorio —ahora se llama territorio— más afectado por la Covid-19. Ayer, la directora de Salud de la comunidad dimitió en desacuerdo con la decisión de su gobierno de validar la petición de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, de pasar Madrid a la fase 1 de la "desescalada". Ayuso tenía dudas, pero su vicepresidente, Ignacio Aguado, de Cs, acabó imponiéndose. La directora Yolanda Fuentes era la técnica de más rango de la consejería de Sanidad. Su criterio de experta tenía que ceder a las exigencias de los políticos para mantener el relato originario. No quiso.

ABC y La Razón tratan de silbar y mirar al techo, abriendo sus portadas con dos asuntos con los que pretenden embadurnar al gobierno central, dos asuntos donde los hechos son lo que menos importa y la interpretación sesgada se impone. La misma actitud de fondo que ha provocado la renuncia de Yolanda Fuentes.

Te tienes que reír con La Razón, que titula con un saldo de noticia sobre unos funcionarios del BOE enfadados porque les han advertido que dejen de filtrar información. Parece que no tenían nada mejor y no les ha quedado más remedio que dar aire a una rabieta. ABC —quizás los nervios—, se inventa un juicio de intenciones contra una comisión del Congreso que ni siquiera ha empezado a trabajar. Al menos El Mundo, compañero de fatigas de esa tuna mediática, tiene el criterio de abrir con la noticia del día, aunque carga el protagonismo sobre la dimisionaria y no sobre la causa de la dimisión, que la deja en el subtítulo.

A La Vanguardia y El País, más gubernamentales, la portada les vino hecha sola. Un día de suerte.

ABC

LR

ME

EP

LV

EPA

AHORA

EPC