El centro penitenciario de Perpinyà, en la Catalunya Nord, ha puesto en libertad a 66 presos considerados no peligrosos, a causa del coronavirus, siguiendo la directriz ordenada por el gobierno francés.

La población reclusa ha pasado de esta manera de 800 presos a 734. Según uno de los funcionarios del centro, además, normalmente entran 20 personas a la semana, y actualmente sólo lo hacen 5.

Según informa France3, en el conjunto de Francia han sido liberados 6.000 reclusos.

La directriz francesa ordena que sean puestos en libertad los condenados a una pena inferior o igual a 5 años, y que sólo les queda un máximo de 2 meses en reclusión. Y quedan excluidos los condenados por crímenes, terrorismo, violencia machista, o por una "acción colectiva que comprometa la seguridad de establecimientos o perturbe el orden".

Al margen de esta vía, también se liberan presos por razones médicas.

Las puestas en libertad no las decide el centro, sino un juez.