El conseller de Exteriors, Bernat Solé, se ha estrenado este miércoles en el Parlament después de sólo cuatro semanas en el cargo, y lo ha hecho con una dura crítica al Gobierno. En su primera comparecencia telemática en la comisión de Exteriores, Solé ha aprovechado para reprochar al gobierno de Pedro Sánchez el "lenguaje bélico" y ha avisado de que ha habido "puestas en escena" que desde el Govern no comparten. No estamos en guerra, estamos con la vida. Son momentos de hablar de vida, no del ejército", ha exclamado Solé.

A pesar de la crítica, el nuevo conseller también ha querido dejar claro que es partidario del diálogo, de entenderse "con todo el mundo" y ha recalcado que "le gustan los acuerdos". En este sentido, se ha querido referir a la futura convocatoria de la comisión bilateral Estado - Generalitat, cuya presidencia recae sobre su conselleria, y ha asegurado que no sólo no cerrarán "ninguna puerta" sino que "será un espacio de bienvenida". Sin embargo, ha recordado que su convocatoria va "condicionada" a la mesa de negociación y ha avisado de que el Gobierno tiene que volver a la "visión abierta" y "no recentralizadora".

Además, también ha criticado el "desamparo" y la "desinformación" que algunos catalanes han sentido por parte del ministerio de Exteriores español y de las embajadas para organizar su vuelta a casa. A pesar de asegurar que no quiere "poner en cuestión lo que se ha hecho" desde las diferentes administraciones, sí que ha dejado claro que ha habido un "vacío" y ha avisado de que ninguna situación de crisis puede "ser excusa para ningún gobierno para desatender a la ciudadanía".

También ha lamentado el precio abusivo de los vuelos de retorno y ha explicado qué acciones se han tomado desde el Govern en referencia a esta cuestión, desde trasladar la queja a la ministra Aranxa González Laya hasta ponerse en contacto con la Agència Catalana de la Competencia y con la del Consumo.

Finalmente, ha puesto en valor la tarea que se ha hecho desde las delegaciones y ha explicado que de las 903 consultas que se han recibido, que representan 1.950 personas atendidas, se han resuelto un 80% de los casos. "Tres de cada cuatro personas atendidas ya están en casa. Para nosotros eso es una gran noticia", se ha felicitado. Esto significa que hasta 1.578 catalanes han podido volver a casa.

Por este motivo ha destacado el trabajo de las delegaciones del Govern en el exterior y ha lamentado que se las ponga en "duda", cuando asegura que ya se ha demostrado que "son útiles para ayudar a la gente". En este sentido, después de que Ciudadanos y PP hayan pedido que se recorte el gasto en delegaciones para dedicarlo a los recursos en la lucha contra el coronavirus, Solé ha apostado por "reforzarlas" en lugar de "cuestionarlas".

Las 15 delegaciones, en el ámbito presupuestario sólo suponen un 1% del coste en gasto exterior del Estado. Por lo tanto, "no es de recibo cuestionar las delegaciones y el trabajo que se está haciendo. Si los ciudadanos han acudido a ellas es porque no recibían respuesta de otras instituciones", ha añadido en este sentido.

Tolerancia cero con el acoso

Finalmente, también ha querido referirse a las circunstancias que le han llevado a dirigir la conselleria de Exteriors, después de la dimisión de Alfred Bosch por el caso de presunto acoso sexual por parte de su mano derecha. Por este motivo, Solé ha querido defender su "compromiso firme para evitar que una situación como esta se repita" y que, si eso ocurre, "se pueda actuar de manera eficiente y eficaz".

El conseller ha defendido la "tolerancia cero" con estas conductas y  se ha conjurado para hacer una gestión "contundente, eficiente y rápida" de estos casos en un futuro, ya que ha lamentado que "estadísticamente" no se puede garantizar que no se vuelva a repetir.

En este sentido, ha asegurado que buscará mejorar el protocolo de la Generalitat para estos casos y ha apostado por instalar buzones anónimos y por conseguir "mejor protección para los alertadores". Aun así, ha asegurado que está trabajando para "recuperar la confianza del equipo" en un departament que ha reconocido que está "herido" y "dolido".