El jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, ha considerado que el pasaporte de inmunidad que estudia el Govern tendría que ser voluntario y "nunca obligatorio", "con garantías" y acordado en el conjunto del Estado y de Europa. También la consellera de Salut, Alba Vergés, ja apuntado públicamente las dudas que este tipo de medidas suscitan entre los expertos.

El pasaporte de inmunidad es uno de los puntos que incluye el informe sobre desconfinamiento que ha preparado el epidemiólogo Oriol Mitjà a petición del president de la Generalitat, Quim Torra, y que mañana debatrá el Govern.

En declaraciones en Catalunya Ràdio, ha alertado de los "inconvenientes" del pasaporte con respecto a los derechos de los ciudadanos y ha instado en garantizar que la aplicación no suponga una "intromisión en la vida de las personas". Según Trilla, hace falta "discusión" de todos los actores, también juristas y bioéticos.

Además, ha apuntado que si se implanta "tiene que ser una decisión europea".

Trilla no ha sido el único que ha planteado dudas en relación a este tema. 

Al ser interrogada al respecto durante la rueda de prensa diaria del Govern, la consellera de Salut, Alba Vergés, a pesar de evitar posicionarse a favor o en contra del pasaporte de inmunidad que propone Mitjà, ha dejado claras las dudas que plantea.

Vergés ha insistido en que se trata de una medida que se ha de someter a debate de los expertos antes de adoptar decisiones políticas, y ha condicionado cualquier decisión sobre esta propuesta al cumplimiento de criterios bioéticos, de respeto a la privacidad y de protección de datos. "Queremos controlar a la epidemia, no controlar a la sociedad", ha insistido.