Manuel Valls no acostumbra a mencionar su paso por la masonería, pero ahora algunos sectores unionistas de extrema derecha han aprovechado este hecho para cargar contra Valls con motivo de sus críticas a un pacto entre Ciudadanos y Vox. Las críticas por la pertenencia a la masonería se han extendido también a Luis Garicano. Vuelve así el tópico preferido del franquismo: el del contubernio masónico, la conjura de gran alcance de los masones para romper el orden natural del mundo.

En las redes ya hay quien habla de ellos como "Valls el masón" o "Garicano el masón" (a este también se le reprocha ser "vasallo de Soros", "discípulo de Soros" o "amigo de Soros"). Hay quien alega que "Valls es un masón que sólo busca hacer daño a España" e incluso alegan que "masón apoya a masón".

Hay quien apunta que "Valls dice lo que mandan en la logia de Oriente", e incluso hay quien alega que Ciudadans sería "el caballo de Troya del globalismo para destruir a España". No faltan los que tildan a Valls de "francés" o "gabacho masón", como para reprocharle el ser "poco español" (hay incluso quien le exige explícitamente "que vuelva a su país que no es este"). "Como masón y francés, lo normal era esperar que Valls hiciera lo posible y lo imposible por jod... a España", dice otro usuario.

Ya en enero alguien advertía que Manuel Valls era masón y que "Ciudadanos es un partido lleno de masones". Hay quien apunta más alto y responsabiliza directamente a Rivera de la deriva masónica de la formación:

Ya Infovaticana, en enero de 2019, había cargado contra Valls por su pertenencia a la Masonería y lo denunciaba como un "integrista de la laicidad" y partidario de la eutanasia.

El diario francés L'Express dio a conocer la pertenencia de Valls a la Masonería, y expllicó muchos detalles de ella, en un reportaje de 2005. Afirmaba que de 1989 a 2005 Valls había formado parte del Gran Oriente de Francia (una obediencia considerada de izquierdas) y que su formación política, en buena parte, venía de sus compañeros masones. Habría estado integrado en una logia izquierdista: "Ni maestros ni dioses", y más tarde se pasó al "Infinito Masónico". Su carrera política, según L'Express, no habría sido posible sin el apoyo de sus compañeros de logia.