Las policías de Escocia y de Gales han instalado controles policiales en las fronteras de estas dos nacionalidades con Inglaterra, para evitar la entrada de ingleses que quieran hacer turismo, dentro de las medidas para prevenir el coronavirus. Gran Bretaña tiene un modelo totalmente descentralizado y las medidas sobre la pandemia tienen diferencias en cada una de las naciones; la más afectada es Inglaterra, porque es la la más densamente poblada.

Las medidas de confinamiento son especialmente estrictas en Escocia, mientras que en Gales lo son menos, pero también son más duras que en Inglaterra.

El fin de semana pasado la policía paró a centenares de ingleses en la frontera anglo-escocesa, que viajaban hacia el norte para pasar los dos días. Todo hace temer que este fin de semana vuelva a suceder.

Gales tiene el problema de forma más directa, porque está más cerca de Londres, y muchos ingleses tienen allí una segunda residencia. Este es uno de los controles policiales que se ha establecido en la entrada de Gales, con imágenes de una televisión galesa.

En Gales no está permitido ir a la segunda residencia, y eso es lo que quieren impedir. "Por favor recordad que las restricciones son diferentes en Gales y que no se permite ir a la segunda residencia", ha indicado la policía.

La Sanidad está transferida a Escocia y Gales y eso se ha mantenido inalterable durante la pandemia. El Reino Unido no ha seguido la vía centralizadora del gobierno del PSOE y Podemos, sino que ha respetado el autogobierno.