Barcelona en Comú y PSC ya han puesto en marcha toda la maquinaria a fin de que las bases puedan ratificar el pacto - prácticamente cerrado - a que han llegado sus respectivas formaciones para gobernar juntos. Tal como adelantó El Nacional este lunes, los comunes pondrán hoy a disposición del plenario, que se reúne por la tarde, toda la información para ver si avalan que se pregunte a los afiliados sobre la entrada de los de Jaume Collboni al ejecutivo de la capital catalana. 

El principio de acuerdo, que se ha anunciado implícitamente en los últimos días, implicaría varias cesiones de responsabilidades a los socialistas, si bien el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, afirmaba el lunes en BTV que la confluencia "seguirá llevando el núcleo duro de la política económica". Entre otros, Collboni asumiría la segunda tenencia de alcaldía, desplazando a Jaume Asens, Laia Ortiz i Janet Sanz. Las áreas que lideraría serían Cultura, Deportes y una parte económica. Con respecto a los otros concejales, Daniel Módol ayudaría a Sanz con Urbanismo, Montserrat Ballarín lo haría con Agustí Colom en Mercados y Comercio, y Carmen Andrés llevaría parte de la tenencia de Derechos Sociales de Ortiz. 

A diferencia de los de Ada Colau, que la empezarán entre el jueves y el viernes, en la sede nacional de la calle Nicaragua todavía no se ha decidido la fecha, remarcando que se hará "cuando haya un acuerdo" definitivo. La reunión de la federación de Barcelona, en la que asistirá el primer secretario, Miquel Iceta, debería servir para hablarlo, si bien el motivo principal serán las propuestas de nombres de cara a las elecciones generales del 26-J.

Mecanismos

Los mecanismos que utilizarán desde BComú y PSC serán bastante diferentes, según ha podido saber El Nacional. Mientras que por parte de los comunes opinarán los 14.000 inscritos en el censo de la confluencia, a quién sólo se pidió el DNI y datos básicos, por la banda de los socialistas lo podrán hacer sólo los casi 2.500 militantes de la ciudad. 

En referencia al sistema de votación, también hay diferencias sustanciales. Los de Colau apuestan por consultar de forma exclusivamente telemática, y con una duración de entre 5 y 7 días, mientras que los de Collboni -que primero pasará a explicar las líneas maestras del acuerdo en dos encuentros con asambleas; una este viernes y la otra este martes- combinarán el sistema presencial con el telemático y duraría tan sólo uno. Concretamente, pondrán puntos físicos, así como también una aplicación móvil a partir de la cual únicamente puedan acceder los militantes con el correo electrónico asociado al partido.

La consulta a las bases era aquello más consecuente a hacer, después de que desde ambas lados se comprometieran a ello. El Consejo de la Federación del PSC así lo decidía por unanimidad en enero de 2016, mientras que la izquierda alternativa ya se había encargado de afirmarlo en junio, dos semanas después de asumir las riendas de Barcelona. 

¿Sorpresas?

Un cambio dramático de los acontecimientos se plantea casi como imposible. Si bien esta tarde BComú no cerrará la puerta en debate al plenario eventuales pactos con otras fuerzas, con el rechazo frontal de ERC a integrarse en un ejecutivo con el PSC todo parece apuntar que no habrá sorpresas. 

Ada Colau ya lleva dos calabazas de los republicanos en menos de una semana. La primera se produjo el viernes pasado, en una reunión con Alfred Bosch, en qué, según fuentes de la formación, se les vendió "las bondades" de entrar con los socialistas. Y Bosch, que sigue creyendo en la fórmula badalonesa (que sume a la CUP y excluya al PSC), dijo que no. 

Tampoco este miércoles, en vísperas del debate sobre pactos de la confluencia, ha dado frutos. El artículo de la alcaldesa en el diario ARA, en qué ha reiterado su petición para que ERC se avenga, ha chocado con otro rechazo frontal y claro, como han explicado fuentes del partido a El Nacional. Más tarde, Bosch le ha respondido criticando que "creía que la cosa no iba de sillas", apelando a la gente de BComú que la convenza de renunciar al PSC porque "estoy seguro de que no estás confortable con el socio elegido, el PSC de la consulta de la Diagonal, del Fòrum de les Cultures, de 'Ciutat Morta' y del No a la democracia y el derecho a decidir".