La Mesa del Congreso de los Diputados ha impedido este jueves que la institución autorizara la celebración de un acto que hacía apología franquista. El evento ultracatólico se iba a celebrar el lunes de la semana que viene y lo organizaba la Fundación Enraizados. Pero según explican fuentes del entorno de la presidenta de la cámara baja, Francina Armengol, se había “ocultado una información relevante” para que se autorizara el acto: que se está promocionando con imágenes de la cruz del Valle de los Caídos. “Podrían proferirse expresiones que atenten contra los valores constitucionales”, manifiestan estas fuentes pertenecientes a la mayoría progresista de la Mesa de la cámara baja. El PP, no obstante, se ha abstenido en la votación.
El acto, que fue autorizado en un primer momento el pasado mes de mayo y que tiene como lema ‘lo que aporta la fe católica a España y Europa’ convoca como invitados especiales al obispo emérito de Alcalá Juan Antonio Reig Pla; así como al impulsor de los rezos del rosario en la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz, José Andrés Calderón; y también a la dirigente de Vox Carla Toscano. Lo más impactante, sin embargo, es la forma en que la fundación ha estado publicitando el acto: un dibujo de la fachada del Congreso de los Diputados con las dos estatuas de los leones y, al lado, otro dibujo del Valle de Cuelgamuros con su destacada cruz gigante.
La Fundación anunciaba el evento en sus redes sociales con el siguiente mensaje: “Vivimos en tiempos en los que los fundamentos espirituales que dieron forma a nuestra civilización parece que se desvanecen bajo el peso de la ideología”. “Pero la fe católica no es un vestigio del pasado, sino una fuerza que inspira compromiso por el bien común”, manifestaba la organización ultracatólica en Instagram y animaba a la gente a participar en el evento que se habría celebrado en la sala Clara Campoamor. Es decir, un espacio bautizado con el nombre de la diputada conocida por sus aspiraciones y conquistas feministas por la igualdad de los hombres y mujeres durante la II República: impulsó y consiguió el voto de las mujeres, así como el divorcio.
Hace poco menos de un año ya fue polémica la celebración en el Senado de una cumbre antiaborto. El PP, que tiene mayoría absoluta en la cámara alta, permitió la celebración de este evento. El organizador del acto era una organización internacional de políticos antiabortistas. Como consecuencia, dos activistas de Femen irrumpieron en medio de un Pleno en esta institución. Las dos mujeres, que hicieron la habitual performance de la organización desnudándose parcialmente y mostrando sus pechos llenos de pintadas con reivindicaciones, empezaron a cantar “el aborto es sagrado”. Tenían escrito en su cuerpo lemas como “aborto en la Constitución”, “mi cuerpo, mis decisiones” así como el mismo lema que gritaban sin parar.