La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de blindar todos los pasos fronterizos del Pirineo, incluso los más pequeños, ha acabado con un conflicto fronterizo y un enfado de la Guardia Civil, según ha informado el diario L'indépendant.

El choque se ha producido en el puente del río Major, que separa los términos municipales de Maçanet de Cabrenys (Alt Empordà) y de Costoja (Vallespir), y hace de paso fronterizo entre los dos Estados.

El 11 de enero, las autoridades francesas pusieron una señal de tráfico prohibiendo el paso, sin ningún obstáculo físico en la carretera que impidiera circular. Pero tres días después colocaron bloques de hormigón como los que se han instalado en Barcelona para ganar terreno para las terrazas de los bares, y también vallas de plástico rojas y blancas. Un cartel añadía que si se quería entrar al estado francés, había que desviarse por El Pertús.

El indépendant

"Costoja: Rifirrafe en la frontera franco-española: la Guardia Civil se pone dura", titula L'indépendant

El problema ha sido que por error colocaron una valla de plástico y una señalización francesa en el extremo sur del puente, es decir, en territorio bajo administración española. Según el diario, una patrulla de la Guardia Civil puso el grito en el cielo. "Parece que no gustó a una de las frecuentes patrullas de la Guardia Civil en este sector", precisa.

La queja llegó a Perpinyà, y ayer miércoles un equipo de la dirección departamental francesa de los Territorios y el Mar reubicó las señalizaciones, mientras la Guardia Civil española presenciaba el traslado. Lo pusieron todo en medio del puente del río Major, y así se cumplía el límite estatal, aunque las dos comarcas son catalanas, de la Catalunya Vella.

Macron anunció en el mes de noviembre que se duplicarían los efectivos que su país utiliza para los controles fronterizos, hasta 4.800 personas, y que pediría a los otros líderes de la UE una reforma en profundidad del Tratado de Schengen sobre las fronteras exteriores.

Macron, que se desplazó hasta el sitio fronterizo de El Pertús (Vallespir), limítrofe con el Alt Empordà, dijo que el objetivo era "luchar contra la inmigración clandestina" e impedir que estos flujos sean utilizados por los terroristas yihadistas.