“Necesitamos que JxSí, y más concretamente, que CDC haga un gesto firme y contundente para, con la ayuda de ERC, MES y los independientes, la CUP pueda aprobar una investidura de Artur Mas, un acuerdo histórico de alianza estratégica para llegar a hacer la República”. Con esta claridad se expresaban prohombres cupaires a El Nacional después de la reunión de ayer con los junters.

6 y 4 o 2 y 8

“El acuerdo es posible”, insisten desde la CUP, que poco a poco aclara el camino del pacto a los convergentes de JxSí, delimitando las prioridades que podrían empujar el “sí a Artur Mas” en la asamblea del 27D. Un “sí” que “si los convergentes aguzan el oído” podría producirse en primera vuelta con 4 "no" y 6 “sí”, como dos “sí” y “ocho abstenciones”, en segunda vuelta.

La primera opción es la opción "Benet Salellas". Para el diputado gerundense esta votación ahorraría tiempo y un doble debate, pero sobre todo, dejaría claras las dos almas de la CUP y se visualizaría la división que supondría la decisión. "También es un aviso previo, porque sólo con dos votos podríamos dar la vuelta a la situación y dejar en la cuneta a Mas", insisten desde la CUP.

La segunda opción, más próxima a lo que defendía David Fernàndez, pasaría por dos votos y ocho abstenciones con la pinza en la nariz y con ganas de bronca durante la legislatura. Es decir, que el Govern estaría desde el minuto cero absolutamente en precario bajo un "pressing JxSí" sin tregua ni cuartel.

Ni un desahucio más

A medida que las negociaciones con el nuevo formato van detallando conceptos, y sobre todo en el plan de choque social, la CUP pide poner "las manos en la masa" y cumplir con tres garantías: "calendario, dotación presupuestaria para cada partida y fiscalización, control y seguimiento de los pactos concretos".

Además la CUP insiste en un golpe de genio de CDC, en la figura de Artur Mas, que simbolice el "cambio de paradigma del Govern hacia la República". "El nuevo Govern debe comprometerse con toda seriedad, firmeza e institucionalmente que en Catalunya no haya ni un desahucio más y nadie pase frío ni hambre desde el minuto cero de la investidura", insisten desde la CUP. "Tenemos modelos en nuestras alcaldías que se comprometieron y lo han cumplido", enfatizan los cupaires.

Que se apresuren en CDC

Los cupaires piden no dormirse con esta declaración. Ya que no ven posible que el acuerdo se lleve a cabo antes de las elecciones generales del 20D por deseo de JxSí, creen que tendría que estar antes de que 1.700 de sus miembros se encierren en Esparreguera para decidir si el proceso requiere unas nuevas elecciones el mes de marzo o se intenta continuar con las mayorías alcanzadas el 27S.

Asimismo, recuerdan una de sus divisas de campaña, que consistía en definir la formación como el "tensor del proceso". "Si hay un acuerdo en estos términos seremos la válvula de seguridad y el vigilante de qué se cumpla", aseguran miembros del politburó cupaire.

La moción de confianza

La idea de investir a Mas con un acuerdo marco del qué, cómo, cuándo y cuánto implicaría lo que El Nacional avanzaba este domingo: la presidencia transitoria y provisional. Según esta propuesta, Mas sería investido pero tendría que pasar por una moción de confianza entre 6 y 10 meses después de la investidura. "Tendríamos el botón nuclear para, en caso de que no cumpla, echarlo de la presidencia incluso antes de tiempo", detallan desde la CUP.

En todo caso, y de manera rotativa, Mas tendría que dejar la presidencia y entregarla a Raül Romeva. De hecho, los que creen que Mas será inhabilitado por el 9N ven esta posibilidad más coherente. "¿Por qué tenemos que matar a nuestro presidente, con el desgaste que eso comporta, cuando ya lo hace el Estado?", se preguntan.

Complicidad de ERC, independientes y MES

"Nosotros sólo pedimos que cumplan su programa, pero eso sí, con garantías", apuntan las mismas fuentes a El Nacional. La CUP quiere que los socios de CDC, los diputados republicanos, los independientes o los de MES exijan a los convergentes estos gestos que, con el plan de choque en la mano, ya se podrían haber producido. De hecho, voces cupaires refunfuñan porque creen que ERC ha estado más preocupada de "divertirse" con el "pressing CUP" que no de cerrar un acuerdo en materia social para avanzar.

Del 13 al 27 de diciembre

Desde la CUP se quejan y, en cierta manera, culpan a CDC, de haber retrasado un acuerdo por falta de habilidad política y por no entender que la "negociación sirve para ampliar el proceso, su base y para fortalecerlo y no para tener cargos o cuotas de poder".

"Si en Manresa, JxSí hubiera puesto negro sobre blanco cosas que ahora están aceptando, la jornada de debate habría tenido otro resultado más favorable a investir a Mas; de hecho, teníamos previsto una asamblea el 13 de diciembre por si nuestra gente se ponía de cara al acuerdo con Mas de presidente", confiesan fuentes de la CUP.

(FOTO: Miembros de la CUP defienden las medidas del plan de choque en el ámbito sanitario / EFE)