Jaime Celada era hasta hoy concejal del PP en el ayuntamiento de Cabanillas del Campo, un pequeño municipio en la provincia de Guadalajara. Este hombre se hizo viral por todo el estado por un vídeo grabado el 31 de diciembre de 2021, en el que aparecía cantante el himno franquista Cara al sol y con el brazo en alto, emulando el saludo fascista. Desde entonces ha estado en el ojo del huracán y un mes más tarde ha renunciado a su acta de concejal y se ha dado de baja del partido, entre reproches a la dirección de la formación por su falta de apoyo en unos "momentos difíciles". En cambio, sí que ha agradecido al presidente provincial del PP, Lucas Castillo, después de haber aparecido cantando uno de los emblemas de la dictadura franquista. "Aunque respeto y acato cualquier posición, tengo que decir que me entristece ver como el Partido Popular de Guadalajara, en estos momentos difíciles, se queda inmóvil y no da el más mínimo apoyo a su gente. Esta es una de las razones por las cuales doy este paso adelante", ha escrito en una carta.

En un texto en que solo al final ha pedido unas disculpas poco específicas por sus errores, sin referirse directamente al hecho de haber cantado el Cara al sol sin ningún tipo de problema en una fiesta privada en Guadalajara, Celada ha soltado un enigmático "el tiempo pondrá a cada persona en el lugar que se merece". En el documento ha agradecido a todos los vecinos de Cabanillas, a sus compañeros de partido y al presidente del partido en Guadalajara, Lucas Castillo, porque le ha demostrado en este último más que no solo es un gran presidente, sino también una "gran persona y un buen amigo". Celada, que había sido alcalde del municipio, tal como él mismo ha destacado en el documento, se ha referido a su familia: "Ellos son los que más han sufrido y también los que han pagado el precio más alto de esta aventura, mi tiempo, que ahora estoy deseando devolverles por multiplicado.

No se considera fascista y cree que la reacción es desproporcionada

Hace dos semanas, la posición de Cabanillas era radicalmente diferente de la actual. En un acto celebrado dos semanas después de la publicación del vídeo, el exalcalde pidió perdón por haber hecho algo que no está bien, pero entendía que se había hecho un "uso político, partidista de todo", en referencia a las peticiones del partido socialista manchego y Unidas Podemos para que el PP investigara a fondo lo que había sucedido y tomara una decisión al respecto. Celada decía entonces que no tenía ninguna intención de dimitir, cosa que ha acabado por hacer, a no ser que fuera el mismo partido quien se lo pidiera: "No tengo claro que tenga que dimitir por eso", aseguraba, dejando claro que aunque había cantado el Cara al Sol con el brazo en alto, no se consideraba fascista, enmarcando el cántico en una fiesta privada con amigos en que se cantaron, según él, muchas otras canciones. Aquel mismo día lamentaba que el revuelo que había generado el vídeo era desproporcionado.