El diputado de Junts Toni Comín expresó su malestar con el alto representante de la UE Josep Borrell, una opinión compartida por una parte del Parlamento Europeo, que ha visto como se han tensado las relaciones con Rusia desde la visita de Borrell al Kremlin de Vladímir Putin.

En una sesión parlamentaria del martes pasado, que por razones técnicas del servicio europeo ahora se ha publicado, se puede escuchar el discurso de Comín cuestionando el cargo que representa el socialista catalán.

Y también la incongruencia de Borrell reclamando la paz en el Yemen y su trayectoria: "Habla de los derechos humanos en el Yemen, pero en 2019 España seguía transportando armas a Arabia Saudí con su aval, señor Borrell, cuando usted era ministro de Asuntos Exteriores. Lo hemos avisado una y otra vez desde este hemiciclo: es imposible defender la bandera de los derechos humanos sin credibilidad".

La crisis del Yemen y la de Rusia

Comín enlaza la crisis del Yemen con la de Rusia por el caso Navalni y concluye, mirando a Borrell, que lo tenía a pocos metros: "¿No le da vergüenza ir a Moscú a exigir la liberación de Navalni sin condenar la prisión de los presos políticos catalanes? Es esta incongruencia la que hunde el respeto internacional en la UE como potencia democrática. Si Rusia lo ha humillado es por su propio silencio de lo que pasa en España. ¿Hasta cuándo se esconderá detrás de un papel, por qué no nos escucha? España está arrastrando la Unión Europea al fracaso y su cara representa este fracaso, basta de tanta irresponsabilidad, señor comisario".

La cara de Borrell, entre atónito y a la vez de indiferencia. La intervención de Comín acabó con un reproche posterior a su intervención, que Borrell negó con la cabeza. La sesión quería tratar cómo conseguir la paz en el Yemen y el alto representante se encontró con numerosas críticas de una parte de los eurodiputados.

Previamente a los reproches, el socialista catalán se limitó a reiterar "que hace falta una solución política para la estabilidad" y puso el acento en las ayudas europeas y el enviado especial de las Naciones Unidas para "buscar el pacifismo". Ahora bien, de Navalni, Rusia y el gobierno Putin, ni una palabra.