La Comisión Europea ve "fuera de lugar" el paralelismo entre el opositor Alexei Navalni y los presos políticos catalanes hecho el viernes por el ministro de exteriores ruso Sergei Lavrov. "En los estados miembros de la UE hay suficientes garantías a fin de que los derechos de los ciudadanos se respeten", ha defendido el portavoz de Josep Borrell, Peter Stano, remarcando que hay "diferencias fundamentales" en cómo opera el sistema judicial en la UE y en Rusia.

Por su parte, el portavoz principal de la Comisión Europea, Eric Mamer, ha asegurado que Borrell tiene el apoyo de la presidenta Ursula Von der Leyen y ha defendido que la visita a Moscú era "necesaria", a pesar de las críticas. "No se arrepiente de ir", ha remachado Stano. Borrell dará explicaciones el martes en el colegio de comisarios y en el pleno de la Eurocámara.

A pesar de este apoyo (en público), ayer el diario Süddeutsche de Munich informó de que estaban creciendo las voces en las cancillerías de Alemania, de los países del Este y de la misma Bruselas que piden que Borrell dimita.

Los zascas de Rusia

Además, Rusia se ha mofado de los intentos de España de negar la existencia de presos políticos en el país. La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, ha ironizado en una publicación en su cuenta de Facebook: "Tengo otro ídolo democrático, esta vez una mujer. La ministra española de Exteriores, Arancha González Laya. Recientemente ha comentado las palabras de Sergei Lavrov sobre la situación de los separatistas catalanes y ha dicho literalmente que 'no hay presos políticos en España, pero hay políticos presos'. O sea, una prueba más de la tecnología avanzada de la propaganda occidental, ¡acrobacia aérea!".

Aparte de los comentarios sobre el asunto catalán, Lavrov también aprovechó la ventaja para acusar a los europeos de actuar con "arrogancia" y de manera "poco educada" por el caso Navalni durante una tensa rueda de prensa en Moscú, donde Borrell exigió su liberación, pero también felicitó al Kremlin por la vacuna Sputnik.

Poco después del encuentro, Rusia anunciaba la expulsión de tres diplomáticos por presuntamente participar en manifestaciones en protesta por el encarcelamiento de Navalni. Un hecho que Bruselas niega. Para Borrell "la agresiva" rueda de prensa y la expulsión de los diplomáticos indica que Rusia no quiere mantener un "diálogo constructivo" con Bruselas. "Aunque no es totalmente inesperado, eso es lamentable", ha dicho Borrell este lunes.