El líder del PSC al Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, se ha dirigido al líder de JxCat, Joaquim Forn, recordando el "momento de excepcionalidad política" que vivimos. "Ninguno de los que estamos aquí, estoy seguro, desearíamos haber llegado a este punto", ha señalado en referencia a la presencia de Forn como preso preventivo.

El socialista ha lamentado que la "judicilización" haya tomado "el relevo" a la palabra y ha subrayado que eso es la "constatación de un fracaso". Collboni ha indicado que el nuevo gobierno municipal expresará "el reflejo de lo que es Catalunya" y ha defendido "el espíritu abierto y tolerante" de la ciudad de Barcelona.

Collboni también ha defendido que el nuevo gobierno de BComú y PSC, con Ada Colau como alcaldesa, tendrá "toda la legitimidad democrática". En su discurso ha avisado: "Basta de mesurar la legitimidad de los gobiernos en función de si son de nuestra simpatía".

A las críticas sobre que el acuerdo de gobierno de Colau y Collboni representan las élites, después de recibir votos de Manuel Valls, Collboni ha afirmado: "Representamos los poderosos, además de 300.000 electores poderosos y poderosas", en alusión a los votantes que suman las dos formaciones, y ha defendido el pacto porque los socialistas anteponen Barcelona al interés personal o político, y no podían quedarse "pasivos".

El socialista ha tenido palabras para Manuel Valls, a quien ha reconocido su "generosidad" al aportar tres de sus regidores porque Colau pudiera conseguir la mayoría absoluta necesaria en el pleno para formar un gobierno con el PSC.