La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha confesado este martes haber sido víctima de acoso sexual mentre ocupava el càrrec. El hecho se habría producido en el marco de un encuentro con personas del mundo judicial y de alta carrera, de ideología progresista hace unas semanas, según Colau. "Con el alcohol, dos hombres se hicieron los simpáticos, me preguntaron si tenía novio y si podíamos hacer algo", ha explicado sin querer entrar en más detalles sobre la historia ante los asistentes al Teatro La Latina de Madrid, en el marco de una conferencia organizada por Podemos sobre "feminización de la política".

En la reunión también han participado la secretaria de igualdad del partido, Clara Serra, o la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre. "Si me pasa a mí eso siendo alcaldesa, qué no les va a pasar a las otras mujeres", ha lamentado la alcaldesa, aportando su experiencia a modo de ejemplo de las circunstancias a que se enfrenta el género femenino, más allá de los asuntos públicos.

Durante la jornada, la alcaldesa barcelonesa ha aprovechado para denunciar las dificultades para conciliar dentro y fuera de la política. Asimismo, ha dejado espacio para el reconocimiento de la "tristeza" que causa a los cargos municipales, como el resto de los trabajadores, no poder pasar más tiempo con sus hijos y ha reivindicado la conciliación para mejorar "la calidad de vida de todos y todas", niños y adultos. Colau ha coincidido con Maestre en la necesidad de feminizar no sólo la política, sino su ejercicio.

Maestre ha defendido que se gestiona "mejor" la tarea cuando se acepta que no se es perfecto, se delega y se admite que no se tienen todas las respuestas. En su opinión, el gesto resulta más fácil para las mujeres que para los hombres, que funcionan oprimidos por las normas que les ha impuesto el patriarcado. La madrileña también ha reconocido la satisfacción que le causa "desmontar prejuicios" en el equipo municipal de Manuela Carmena sobre el hecho de ser mujer. Finalmente, ha lamentado que todavía haya quien pueda cuestionar a las mujeres jóvenes que llegan a lugares de responsabilidad tanto en la política, como en otros ámbitos.