El Ajuntament de Barcelona estudiará las vías jurídicas y la posición del resto de grupos municipales y de las ciudades del área metropolitana para decidir si impulsa una consulta para que la ciudad se adhiera a la Associació de Municipis per la Independència (AMI). Así lo ha asegurado el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, después de reunirse precisamente con una delegación de la entidad independentista, encabezada por su presidenta, Neus Lloveras. A la reunión también ha asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

De hecho, Pisarello ha recordado que en el pleno municipal del Ajuntament se aprobó por mayoría simple la adhesión a la AMI, aunque la ciudad no se unió porque es necesaria una mayoría absoluta para hacerlo. "Somos un gobierno favorable a las consultas y al derecho a decidir", ha asegurado Pisarello. En el encuentro celebrado en el salón ciudad de la casa consistorial, la AMI ha presentado sus objetivos y un informe jurídico que avalan consultar a la ciudadanía la adhesión a la entidad. La entidad y los máximos representantes de la ciudad se han emplazado en septiembre para continuar las conversaciones.

Por su parte, Lloveras ha dicho que Colau ha mostrado su opinión favorable a preguntar a la ciudadanía todo aquello que sea necesario, y ha insistido en que "es muy democrático preguntarle a la ciudadanía" si se quieren adherir o no a una entidad que ya reúne a más de 800 ayuntamientos favorables a la independencia de Catalunya. "Compartimos nuestra estima por el mundo municipal", ha remarcado. De hecho, ha dicho que cuando hablan con los alcaldes observan que el nivel de preocupaciones es el mismo.

Antes, la delegación de la AMI se ha reunido con el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat. Un encuentro "constructivo" donde, según ha dicho la presidenta de la AMI a la salida, han encontrado a un president "convencido" de sacar adelante el mandato surgido del resultado electoral del 27 de septiembre. Lloveras ha dicho también que la cuestión de confianza a la que se someterá el president, el 28 de septiembre, tiene que ser "una oportunidad" más que "un problema" y que tiene que servir para fijar los próximos objetivos del procés.