El discurso que ha pronunciado el rey Felipe VI sobre Catalunya esta noche, coincidiendo con el paro general, ha decepcionado a la mayoría de observadores, que no han visto ninguna posición de diálogo sino la preparación del terreno para aplicar el artículo 155 de la Constitución, o incluso practicar detenciones.

El contenido ha sido visto como idéntico al discurso del PP, y ha sorprendido que no hiciera ninguna mención al cerca de un millar de heridos del pasado domingo.

El sociólogo Salvador Cardús ha interpretado que el Rey ha intentado legitimar la aplicación del 155 o la detención de Puigdemont y del Govern.

El politólogo Antón Losada se ha mostrado directamente decepcionado.

El periodista Tian Riba ha tildado de "muy grave" el discurso, y cree que prepara acciones duras.

Astrid Hirsch lo ha valorado con una analogía del retrato de Felipe V conservada en Xàtiva.

El periodista Toni Soler ha visto una coincidencia total con Rajoy.

El filólogo Màrius Serra ha optado por la ironía.

La periodista de la BBC Katya Adler ha mostrado sorpresa porque no ha hecho ninguna mención de la violencia policial.

El escritor Quim Monzó ha analizado la reacción ciudadana.

El periodista del Financial Times Tobias Buck ha pronosticado que el discurso "no habrá caído bien a Catalunya".

El politólogo Ramón Cotarelo ve un efecto búmerang para la monarquía.

El escritor Suso del Toro ha visto amenazas "a millones de catalanes pacíficos".