Cadena de reproches en la cámara catalana por el proyecto de ley del libro sexto del Codi Civil de Catalunya. La diputada del Partido Popular Esperanza García, y el conseller de Justicia, Carles Mundó, se han enganchado por lo que García considera que es una iniciativa que pretende ser "una estructura de Estado", con una tesis que ha confirmado el propio Mundó en su intervención.

El proyecto, que pretende dotar a Catalunya de una legislación propia en materia de relaciones económicas entre las personas, como el contrato de compra-venta o el de cultivo, es para el conseller una "oportunidad histórica". Pero para García sólo se trata de una estrategia más del Govern para escenificar la desconexión. Y como aseguran que "no queremos ser la muleta del Govern", han presentado una enmienda a la totalidad.

El gesto, que no ha hecho otro grupo a pesar de críticas concretas por las cuales presentaran enmiendas, viene dado por lo que consideran que es un texto "con errores en materia jurídica que generará inseguridad". Pero ni siquiera Ciutadans lo hará, dado que defiende que Catalunya tenga un Codi propio, como Mundó ha subrayado que incluso reconocía el franquismo, si bien han enfatizado en qué no se pueden rebasar las competencias asignadas.

CSQP y CUP, también

En la bancada de la izquierda alternativa también ha habido críticas cruzadas. El ecosocialista Joan Coscubiela, que había reivindicado que el debate no sea "simplista" y no se relacione con las estructuras de Estado, ha recibido críticas de la CUP, que le ha pedido que deje de "mantenerse" al margen de debates que son estructurales.

"Debemos tener una posición sobre si queremos acatar a quien elimina la soberanía de este Parlament", ha reclamado Benet Salellas, que lo ha ejemplarizado con la anulación de la regulación de parejas de hecho aprobada en su día por la cámara catalana. En este sentido, Salellas ha hecho el enésimo llamamiento a los confluentes a sumar por la desobediencia, y "no sólo con el derecho civil".