El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha dictado una resolución, este martes, con la cual cierra la investigación con respecto a la exconsellera y europarlamentaria de Junts, Clara Ponsatí, hecho que la deja a un paso de juicio por el delito de desobediencia al Tribunal Constitucional (TC) por haber impulsado el 1-O y el proceso de independencia de Cataluña. El delito de desobediencia no implica penas de prisión.

El magistrado de la causa del procés ha acordado la conclusión del sumario de Ponsatí, justo el día siguiente que ella volviera a Barcelona, fuera detenida por los Mossos  de Esquadra y le permitiera declarar en un juzgado de guardia de la ciudad, y no ser conducida hasta Madrid, para hacer el último trámite procesal.

El juez Llarena lo acordó el mismo lunes al afirmar que si ordenaba que la policía llevara Ponsatí hasta la sede del Supremo, era una "extensión" de su falta de libertad, hecho excepcional porque el delito por el cual la ha procesado no implica prisión.

 

Baile de delitos

En la resolución, el juez instructor recuerda que Clara Ponsatí fue procesada el marzo del 2018 por los delitos de rebelión y malversación de fondos y que su situación ha estado siempre de "rebeldía" hacia el tribunal español. El juez Llarena cambió los delitos imputables a los exiliados con la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas catalanes. En el caso de Ponsatí, le imputó el delito de sedición, y le retiró el de malversación de fondos porque el tribunal, presidido por Manuel Marchena, solo condenó a los consellers que firmaron gastos para el 1-O.

Finalmente, con la derogación del delito de sedición, por parte del gobierno del PSOE y Podemos, el magistrado cambió el procesamiento para la exconsellera de Junts y lo dejó en el delito de desobediencia, con el cual se castiga con multa e inhabilitación a cargo público. Con este delito que no implica prisión, el magistrado del Supremo, el enero pasado, retiró las órdenes de detención internacional y europeas hacia Ponsatí y mantuvo la orden nacional, hasta su detención y puesta en libertad, este lunes. El abogado de Ponsatí, Gonzalo Boye, ha presentado sucesivos recursos contra su procesamiento, que han sido rechazados.

¿Juicio en el Supremo?

Además de cerrar la instrucción, el juez Llanera ha acordado de enviar la causa de Clara Ponsatí a la sala de lo penal del Tribunal Supremo, la cual decidirá qué tribunal tiene que juzgarla. Seguramente, será un tribunal del Supremo porque Ponsatí es eurodiputada y su aforo pertenece al alto tribunal español, como los diputados del Congreso.

Si el Supremo cambia de parecer, le tocaría un juzgado de Barcelona, que es donde pasaron los hechos, y donde los independentistas catalanes han defendido que es el juez predeterminado por la ley.