Vuelven las amenazas judiciales contra la Mesa del Parlament, después que la presidenta Laura Borràs haya contabilizado verbalmente el voto del exconseller y diputado en el exilio Lluís Puig, aunque el Tribunal Constitucional haya decidido anular su delegación de voto. Ciutadans ha sido el primer partido a hacer el movimiento judicial, pidiendo al Tribunal Constitucional que se active y persiga esta decisión. En concreto, la formación liberal ha presentado un escrito donde le alerta de la decisión de la Mesa de mantener el voto delegado del exconseller en el exilio, y le pide que remita el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por posible "prevaricación y desobediencia" de la presidenta del Parlament y los otros miembros de la Mesa implicados en la decisión. En el escrito, Ciutadans también reclama al TC que corrobore si se están pagando las dietas de desplazamiento a Puig. Asimismo, apuntan que los miembros de la Mesa han adoptado acuerdos "abierta e intencionadamente arbitrarios, sobrepasando la legalidad ordinaria y eludiendo las resoluciones del Tribunal Constitucional, y aseguran que Puig no cumple con ninguna condición para poder tener un voto delegado: "Los acuerdos de la Mesa contradicen de manera escandalosa" el reglamento, añaden.

Ha sido esta mañana cuando, después de que la mayoría independentista de la Mesa haya decidido acordar mantener el voto de Lluís Puig, Borràs ha contabilizado su voto de manera verbal, aunque todavía no se sabe si se contabilizará debidamente ya que no ha aparecido en el panel electrónico. Esta acción ha indignado a los partidos de la derecha y el PSC, que previamente antes habían presentado escritos de reconsideración para parar esta situación. Las reconsideraciones no han sido aceptadas por la mayoría independentista de la Mesa.

 

De momento, Ciutadans ha sido el único partido que ha presentado escrito al TC. Durante el pleno que ha empezado este miércoles, el portavoz Nacho Martín Blanco ha aprovechado para cargar contra Borràs y Puig. A la presidenta del Parlament, le ha reprochado que haya decidido desatender la decisión del TC: "Borràs y la mayoría de la Mesa han decidido atropellar los derechos de los diputados con decisiones que comprometen cada votación con un argumento peregrino: dice Borràs que, mientras el voto de Puig no sea determinante, no será impugnable. Acto seguido, ha continuado su intervención comparando a Lluís Puig con un mono: "Le pongo un ejemplo, señora Borràs. Imagínese un gobierno que tiene una mayoría absolutísima, calificada, y que gana por goleada todas las votaciones. Si este gobierno quisiera enviar un mono a votar, lo podría hacer y la votación no quedaría comprometida porque el mono votaría, apretaría como cualquier otro diputado y no habría ningún problema".

El comentario no se ha quedado aquí, porque entonces la presidenta del Parlament lo ha interrumpido para recordarle que esta cuestión no tenía nada que ver con el motivo por el cual había tomado la palabra, que era un debate para validar la integración de centros educativos en la red de titularidad de la Generalitat. "Señor Martín Blanco", ha empezado Borràs, en una interpelación ya habitual. "Disculpe que lo pare mientras habla de monos, pero le hago un llamamiento a la cuestión porque las consideraciones que está haciendo no forman parte del tema". Antes de reconducir su oratoria, el diputado naranja todavía ha tenido un momento para acusar a Borràs de continuar "con su tendencia al totalitarismo".