Ambiente distendido en el restaurante Salamanca. Ciutadans ha decidido hacer una pausa de campaña, como aquellas del mediodía que vende el anuncio de Estrella, para seguir el primer partido del conjunto de Vicente del Bosque en la fase de grupos de la Eurocopa. En una terraza delante de la playa de la Barceloneta, el cabeza de lista, Joan Carles Girauta, acompañado de casi una treintena de miembros de la formación, ha disfrutado de entrantes de embutidos, paella y vino bueno.

El silbido inicial ha sonado cuando los camareros, extremadamente organizados, conscientes de la importancia del encuentro, todavía servían los postres. Trozos de pastel y chupitos de orujo han empezado a animar el ambiente, si bien la gran mayoría de minutos de la primera parte todo el mundo ha estado más pendiente de las comidas y del teléfono que de las jugadas de un partido que ha dado poco de sí. Cuatro contados han sido los gritos que se han oído, y las banderas españolas han tardado a ondear.

A pesar de todo, desde fuera, la percepción era de un equipo político claramente uniformado. El color naranja tradicional de la formación ha pasado a rojo intenso, el de ‘La Roja’. Algunos ex-PSC, como el propio Girauta, quizás hayan sentido cierta nostalgia. Carina Mejías o Carlos Carrizosa, que estaban presentes, han conversado tranquilamente, mientras el partido se consumía a la misma velocidad que el puro del hombre que se sentaba al lado de los tres.

Las banderolas de partido y la limitada expectación generada entre las cabezas de filas, quizás han sido la demostración de que la política y el deporte se mezclan con frecuencia. Debajo el paraguas de la selección deportiva, se encuentra un mensaje de fondo: la unidad. También ha sido una manera de acercarse y motivar a los afiliados en medio de la campaña de las generales. Por eso Mejías, por ejemplo, ha aprovechado los momentos aburridos del partido para, con una sonrisa dibujada, charlar con las diferentes mesas.

Los 20 minutos finales, ante un marcador que no desempataba, han generado todo tipo de comentarios entre los concentrados. “Messi selección”, “Raúl selección”, han hecho cachondeo. En algunos momentos en que se han acercado a la portería, pero quien tenía la pelota no se ha atrevido a chutar, se ha podido escuchar a algún indignado: “¡Chuta mañana!”. Pero, en el minuto 86, el gol ha llegado de la mano de Gerard Piqué. Y ha estallado la euforia. Algunos gritaban "Piqué, está todo perdonado" o "Piqué, español del año". Un catalán para cambiar España. Como el eslogan de cartel. En medio de la alegría, Girauta se ha marcado un Iceta y ha empezado a bailar al son de "Waka Waka", que sonaba a todo trapo.