Ciudadanos y Manuel Valls han abierto la puerta a una candidatura transversal ante las elecciones catalanas, que estaría abierta también al PP y a otros representantes de la sociedad civil. Así lo avanza Vózpopuli, que explica que los dos partidos han iniciado el acercamiento tras el fiasco y posterior ruptura de la coalición a la alcaldía de Barcelona que encabezó Valls hace un año.

Los puentes entre el dirigente francés y Albert Rivera saltaron por los aires antes incluso de la campaña electoral. La ruptura culminó con la fractura del grupo municipal tras el apoyo de Valls a la investidura de Ada Colau. Valls pidió expresamente a sus partidarios que no votasen a Ciudadanos en la repetición electoral del 10-N. 

El nuevo liderazgo de Arrimadas ha supuesto un acercamiento que las dos partes esperan que cristalice en las próximas elecciones autonómicas en Catalunya. Valls ha alabado en público el giro estratégico de Ciudadanos en el Congreso, y su disposición a pactar con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Fuentes de Ciudadanos no rechazan la idea de que la formación de Valls se sume a la misma. La formación naranja quiere una lista en la que también estén presentes el PP y miembros de la sociedad civil de distintos ámbitos e ideologías para abarcar también a los potenciales votantes del PSC.

Las negociaciones se vieron frustradas por la pandemia del coronavirus y están de momento en punto muerto a la espera de que pase el 12-J en Galicia y el País Vasco. "Nadie cierra la puerta a Valls", dicen fuentes de Ciudadanos. "Tendrá que haber una negociación que todavía no existe".

No descarta un salto a la política nacional

La intención de Valls es mantener su acta de concejal en Barcelona sin descartar un salto a la política nacional. El exprimer ministro francés aboga desde hace semanas por la unidad constitucionalista en Cataluña. Y su movimiento Barcelona pel Canvi está por la labor de intentarlo.

La plataforma de Valls está formada en su mayor parte por exafiliados y simpatizantes de Ciudadanos que salieron del partido descontentos por la política de pactos de Rivera. Y el contacto entre los cuadros medios e intermedios es constante y fluido en la comunidad catalana.