A Albert Rivera le gusta resaltar que Ciudadanos "no tiene ni un duro", ni tampoco "sedes embargadas", porque la lucha anticorrupción es su espada. Faltan los sobres, pero no la inventiva. C's sabe que si los tristes no ganan elecciones, tampoco los que se enfadan. De hecho, "la ilusión" por el cambio en España es el eslogan de su campaña. Así, cuando recibe un ataque, lo convierte en una oportunidad de copar el espectro mediático.

Lo hicieron cuando el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Rafael Hernando, dijo que si hacía unos años estaban de moda "los magenta" –UPyD– ahora lo están "el chico de la coleta" –Pablo Iglesias– y "el Naranjito", Rivera. Presto, Albert subió a la red una foto de este símbolo de la Copa del Mundial de Fútbol organizado por España en 1982. Sin saberlo, el PP bautizó el partido que ahora le araña votos de los jóvenes, liberales y la derecha moderada, creando la marea #YoSoyNaranjito.

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El poder de la imagen

A Ciudadanos le importa la imagen. Cuando es preguntado, su líder no lo niega. De hecho, las abuelas y abuelos dicen que es el partido "de los guapos". Y seguramente no se equivocan. Por sus listas desfila una retahíla de gente joven con preparación académica, pero de belleza apolínea, que queda bien cuando son cogidos por las cámaras. Por eso, procura preservar la imagen ante cualquier ataque.

La última vez, con la líder de C's en Catalunya, Inés Arrimadas. El Mundo publicó un artículo donde aparecía una imagen de Inés, de brazos cruzados, donde sólo se enfocaba su torso y una foto de Rivera de fondo. Algunos tildaron de sexista la foto, y otros sólo veían una alegoría a la jerarquía del partido, donde la sombra de Albert planea siempre.

Rápido, el que algunos consideran ya como "el nuevo Suárez", colgó una imagen donde aparecía en la misma posición que Arrimadas, con una foto de la candidata al fondo. Nuevamente, se puso la opinión pública a favor, contrarrestando cualquier comentario.

[embed]https://twitter.com/Albert_Rivera/status/649276362952474624[/embed] La estrategia era norteamericana. En concreto, de Obama. El Presidente de los EE.UU. había hecho algo parecido cuando en una convención republicana, el actor Clint Eastwood se dedicó a hablar, entre críticas, a una silla vacía –imaginariamente ocupada por el presidente–. El equipo de Barack difundió una imagen de él sentado a la silla presidencial, con la frase "esta silla ya está ocupada". La mejor defensa es un buen ataque. De risa.

Por el tierra, mar... y twitter

El equipo naranja hace un uso extensivo de las redes. Rápidas, eficientes y baratas. Quizás, porque su electorado es joven, según algunas hipótesis de los sociólogos. La última vez ha sido esta semana. Otro candidato del PP, el secretario general en Galapagar, Ángel Camacho, dijo que Begoña Villacís, concejala de C's en el Ayuntamiento de Madrid estaba "fondona" y "se había comido una fábrica de bollos", en alusión a su imagen.

Con el hashtag #YoTambiénEstoyFondona varios miembros del partido, Rivera, Carina Mejías, Ignacio Aguado o Villacís, entre otros ciudadanos, subieron imágenes de ellos comiendo de forma voraz. Destaca la de Inés Arrimadas, con miel, mató y nueces. Esta, una instantánea similar a una que ya había enseñado una vez en twitter, y que utiliza como estrategia para ganarse al electorado nacionalista.

Pero si Rivera aspira a ser presidenciable, tendrá que demostrar que no sólo sabe dar la vuelta al discurso de los demás. Para gobernar España hacen falta propuestas, en medio de los clamores catalanes y de unas previsiones económicas que la Unión Europea cree poco fiables. De mientras, el ciudadano puede estar atento a las redes y hacer la prueba a ver qué pasa la próxima vez que la formación de los Naranjitos sea atacada.

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