Sólo cuentan con un tercio de los votos del Parlament a su favor, pero Ciudadanos ha decidido llevar hasta el final la moción de censura contra el presidente Quim Torra. El objetivo: desgastar al PSC e intentar mejorar las encuestas que les dan pleno 10-N. Así ha quedado claro desde el primer momento del debate en el Parlamento donde, en voz del diputado Carlos Carrizosa, se han dedicado a establecer vínculos entre Torra y la "violencia" y el "terrorismo" y a presionar a los socialistas, que ya han anunciado que se abstendrán en la votación.

¿"No ven la gravedad de lo que hace el presidente de la Generalitat"?, ha preguntado Carrizosa al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, apelando también al presidente español en funciones, Pedro Sánchez. Según el diputado naranja, la moción de censura es por la "convivencia", que ve en "peligro", y ha asegurado que sólo hay una opción: "violencia no, convivencia sí".

"No es decir 'Torra, yo lo acuso', es decir 'Torra, yo lo censuro'", ha añadido Carrizosa, que ha insistido al presionar a los socialistas catalanes en dar apoyo a la candidatura de Lorena Roldán, para sacar Torra de su cargo para "aplaudir los CDR, para no respetar la democracia y para ser el máximo artífice y ejecutor de la ruptura de la convivencia que pueda haber en Catalunya".

Carrizosa, que ha reconocido que es "difícil" poder aprobar la Moción con la abstenciones de los socialistas y el voto en contra de los comunes -a quien acusó de ser "la muleta del separatismo" -, explicó Qué quieren "una censura a los opciones que rompen la convivencia "y ha insistido en que debe ser" clara y terminante ". A pesar de la dificultad, el presidente Parlamentario afirmó que el Gobierno actual "no es una maldición bíblica" y que es olla cambiar. "Llevan un 1 año de vulneración de derechos, de reto a la democracia y de deterioro de la convivencia", ha reprochado, además de acusarlas por la "inacción absoluta" en cuanto a políticas concretas.