En Girona, CiU ha tumbado una moción de la CUP que pedía manifestar el apoyo del Ayuntamiento de Girona al proceso constituyente catalán y proponía crear una comisión municipal para implicar el tejido asociativo y la ciudadanía. El argumento utilizado por el consistorio es que tiene que ser el Parlament quien marque los tiempos. Es más, la alcaldesa, Marta Madrenas, ha calificado la moción de "trampa" y ha acusado a la CUP de querer ir por su cuenta.

Es más, ha defendido que el consistorio ha dado "muestras ingentes" de apoyo al proceso. No obstante, la CUP cree que CiU se ha echado para atrás porque hay un informe de secretaría, elaborado a petición del grupo de Ciutadans, que señala que el consistorio no tiene competencias para crear este tipo de comisiones. El resto de grupos (PSC, PP y C's), a excepción de ERC, también han votado en contra de la moción.

El rechazo de CIU ha provocado una disputa política con el grupo de la CUP en el Ayuntamiento de Girona. Los cupaires habían presentado el texto para pedir que se manifestara el apoyo del consistorio al proceso constituyente y ponerse al servicio de las instituciones que lo desarrollen para "garantizar su despliegue territorial y la máxima participación de la ciudadanía".

El obstáculo

Ahora bien, el principal escollo del texto ha sido precisamente el de la creación de esta comisión municipal para articular el debate también a nivel de ciudad. De hecho, concretamente, la moción proponía crear este órgano antes de finales de septiembre. La CUP defiende que los ayuntamientos también tienen que ser pieza "clave" en este proceso, como elemento "pactado por los tres partidos" a nivel nacional en la hoja de ruta independentista.

La moción, sin embargo, no ha gustado al grupo de CiU. Por una parte, han defendido que es el Parlament quien tiene el encargo de definir cómo se tiene que articular el proceso. A pesar de eso, no han dudado tampoco en reprochar a la CUP que ahora ponga sobre la mesa esta moción cuando, a nivel nacional, ha bloqueado los presupuestos.