La preocupación por la independencia de Catalunya ha caído casi veinte puntos desde el referéndum del 1-O al pasar de ser citado en octubre por un 29% de los ciudadanos como uno de los tres principales problemas del país, a un 11,3 por ciento en el barómetro del CIS del pasado mes de febrero.

No obstante, el paro repite como principal problema con un 65,5%, seguido de la corrupción y el fraude, que vuelve a repuntar y pasa del 35,1 de enero al 38,7 del último barómetro.

Esta encuesta, difundida coincidiendo con el Día de la Mujer, revela una escasa preocupación por la violencia contra las mujeres, solo citada por el 2,4%, dos puntos menos que en enero, mientras que solo el 0,5 por ciento de los encuestados cita "los problemas relacionados con la mujer" como principal preocupación.

Pensiones y política

Por contra, las pensiones suben tres puntos y ya se sitúan entre las diez principales preocupaciones de los ciudadanos, citadas por un 8% de los encuestados, su mayor registro en más de 30 años, desde mayo de 1985, cuando llegó al 11,7%. Y ello, a pesar de que el trabajo de campo de la encuesta se realizó entre el 1 y 14 de febrero, días antes de las masivas manifestaciones de pensionistas en toda España.

Tras el paro y la corrupción, el tercer problema para los españoles son "los políticos", mencionados por el 24,2% de los encuestados, seguido de "los problemas económicos" que bajan a un 21,8% -23,0 en enero- y "la sanidad", cuya preocupación aumenta desde el 9,9 de la encuesta pasada, a un 12,7%.

La independencia de Catalunya continúa su senda descendente y ha pasado del 14,9% en enero y un quinto puesto en la lista de preocupación, al sexto lugar con el 11,3%. Se mantiene la percepción negativa de la situación política, citada como "mala o muy mala" por el 70,4%, una décima menos que en enero; la califican de "regular" el 22,4% y suben ligeramente los que la ven como "buena o muy buena", el 3,6% frente al 2,9 de enero.

Por contra, son pesimistas de cara al futuro porque solo un 13,3% de los encuestados cree que dentro de un año la situación política mejorará y un 26,2% vaticina que irá a peor, cuando en enero pensaba así el 24,5%.