El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha suspendido este lunes a media mañana la cumbre extraordinaria entre los 28 para consensuar el reparto de altos cargos de la UE. Ante el bloqueo para pactar un paquete de nombres, y en especial, el del sucesor de Juncker al frente de la Comisión Europea, el polaco ha decidido suspender las conversaciones y reprenderlas el martes a las 11 de la mañana.
El principal problema en las negociaciones se encuentra en la presidencia de la Comisión Europea, que se disputan socialistas y populares.
Si bien el holandés Frans Timmermans se perfilaba durante la madrugada como el principal candidato al contar con el apoyo de los liberales, las reticencias en el seno del PP europeo para ceder al alto cargo ha impedido el consenso.
El presidente del Consejo Europeo había llegado a la cumbre de este domingo con la propuesta impulsada por Francia, Alemania, Holanda y España que el candidato del Partido Socialista Europeo, el holandés Frans Timmermans, presidiera la Comisión Europea, aunque los socialdemócratas quedaron en segunda posición a las elecciones a la Eurocámara de mayo, por detrás del Partido Popular Europeo (PPE).
De hecho, el político holandés genera división entre los mandatarios del PP europeo, ya que mientras Angela Merkel sí que le da apoyo, otros líderes conservadores reivindican su victoria en los comicios.
Timmermans tampoco despierta simpatías en países del este como Polonia, Hungría o la República Checa al considerar que como vicepresidente primero de la actual Comisión se ha entrometido en cuestiones sobre el Estado de derecho en estos países, mientras que Italia tampoco tiene claro si le daría apoyo.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha considerado en este sentido que sería "humillante" que el PPE, vencedor de los comicios europeos, acepte la presidencia a la Comisión de Timmermans. Por su parte, el primer ministro irlandés, el conservador Leo Varadkar, ha opinado que el PPE no tendría que entregar la presidencia de la CE "tan fácilmente, sin luchar".