La polémica sobre el autocar transfóbico de HazteOir.org ha llegado hasta los Estados Unidos, donde la única hija de los Clinton, Chelsea Clinton, ha pedido: "Por favor, no llevéis estos autobuses a los EE.UU. (o a cualquier otro lugar)". En un tuit escueto, pero claro y preciso, Clinton comparte la noticia sobre el bus publicada por la BBC, que explica que la Fiscalía de Madrid ha prohibido su circulación.

Su comentario en Twitter ha recibido centenares de retuits y me gusta y, también decenas de respuestas. Entre ellas, destacan las de varios usuarios que aseguran que eso es una muestra que la Inquisición española ha devuelto.

Ante este escrito, el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, no se ha podido privar de contestarle que "la Inquisición española se ha transformado en la Inquisición Gay que condena el disidente".

Incluso, VOX se ha hecho eco del tuit y ha pedido al presidente de los EE.UU., Donald Trump, que "no traiga a Chelsea Clinton a España".

Minutos más tarde, el partido de derechas quiso poner de manifiesto que "esta prohibición es un ejemplo de la falta de libertad de expresión que sufrimos en España".

Incluso, ha habido quien ha asegurado que a Trump "le gustará el bus".

"Que no te engañen"

"Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen". Esta es la campaña de HazteOir.org que lleva generando polvareda estos últimos días, una entidad que promueve, teóricamente, "una sociedad libre, consciente y cohesionada" y que tienen como misión "la participación útil en favor de la dignidad humana".

La campaña la promocionan a través de un autobús publicitario donde también se puede leer que "si naces hombre, eres hombre" y "si eres mujer, seguirás siéndolo". Un autobús que tiene como objetivo pisar terreno y pasearse por diferentes ciudades españolas con el fin de concienciar a la ciudadanía de una "obviedad". El pistoletazo de salida fue el lunes en Madrid y el día 3 de marzo tenía previsto pasar por Barcelona en una ruta en que se tenía previsto que durara 13 días.

Mañana se sabrá si el bus pasará por Catalunya después que los ayuntamientos de Barcelona, l'Hospitalet de Llobregat y Sant Cugat del Vallès hayan prohibido su entrada e, incluso, la concejala de Feminismes y LGTBI de Barcelona, Laura Pérez, lo quiera sancionar con 3.000 euros de multa si acaba circulando por la capital catalana.