Los CDRs se reafirman en sus acciones ante las amenazas de la fiscalía de la Audiencia Nacional que ha anunciado que les investigará por los delitos de rebelión y malversación, entre otros. En un comunicado hecho público pocas horas después, aseguran que "el miedo ha cambiado de bando" y denuncian "intentos de criminalización" por parte de la fiscalía o de medios de comunicación españoles.

Delante de todo eso, dejan claro que seguirán "en la calle, desde la acción no violenta y reivindicativa" y niegan la existencia de ningún tipo de "kale-borroka". Hablan de una "campaña orquestada" para ponerles en el punto de mira de la persecución política "para poder justificar la persecución judicial".

Esta ofensiva judicial aseguran que es debida al "miedo" a la posibilidad de que aumente la organización y "se tome conciencia del poder que tenemos". "No tendrán bastantes prisiones para un pueblo pacífico en pie de lucha", sentencian.