Después del revés electoral de este jueves, en qué Catalunya Comú Podem sólo obtuvo 8 escaños (perdiendo tres con respecto a 2015), su dirección ha querido ofrecer una valoración a la prensa, más profunda que la que se ofreció en la noche electoral. En el barcelonés Conveno de Sant Agustí, Xavier Domènech ha sido el único miembro de la formación a hablar, y ha reconocido que en las elecciones del 21-D "los ganadores, evidentemente, han sido Inés Arrimadas y Carles Puigdemont". Y ha valorado muy negativamente estos resultados: "No es una buena noticia, porque son fuerzas de derechas que han votado juntos políticas antisociales en el Parlament". "De estos resultados yo, personalmente, no sacaré ninguna alegría", ha concluído.

El fracaso del 155

"Son unas elecciones que demuestran que el contencioso catalán continúa abierto, y que el gran derrotado de estas elecciones se llama M. Rajoy", ha apuntado Domènech, quien ha afirmado que el resultado de las políticas represivas ha sido el triunfo del soberanismo. Ante la noticia de nuevas imputaciones, ha pedido que se acabe con la idea de que los conflictos democráticos se pueden acabar por vía penal. Como solución para esta situación, el líder de los comunes ha afirmado que "se impone acabar con el 155 y recuperar las instituciones" y también profundizar el autogobierno.

Advertencia al soberanismo

Domènech, a pesar de todo, ha destacado el alcance de la victoria de Arrimadas. Y ha apuntado que no hay motivo para la euforia de los nacionalistas, ante un país profundamente dividido: "La euforia no es una buena lectura de la realidad del país". El líder de los comunes ha interpretado el aumento del voto de Ciudadanos como una reacción a la unilateralidad de la Generalitat, "que había dejado fuera de una parte del país". Los comunes aspiran a que a partir de ahora se abra una etapa de normalidad democrática, pero apuntan que los resultados electorales no van por esta vía: "Por este camino veremos cada vez más derechas y un país cada vez más dividido", ha afirmado Domènech. Por su parte se ha comprometido a impulsar "un proyecto que no lleve a la confrontación".

Sin salida

Domènech ha mostrado su escepticismo hacia Junts per Catalunya y ERC: "Los partidos que están en disposición de formar gobierno no tienen proyecto para el futuro de este país". Apunta que a partir de ahora hará falta un debate amplio entre las fuerzas progresistas, para evitar su subordinación a las derechas. Pese al descenso de votos, no cree que los resultados de las autonómicas sean extrapolables en las municipales de mayo de 2019, y ha destacado el "buen trabajo" de Colau en Barcelona. Domènech ha afirmado que no contempla la posibilidad de dar apoyo a la investidura de Puigdemont, "ni por activa ni por pasiva".