La emisora France 3 ha emitido, en su desconexión en lengua catalana, un reportaje sobre los antiindependentistas argelinos, que fueron expulsados del país al perder, y fueron alojados en el famoso campo de concentración de Ribesaltes, en el Rosselló. El campo, creado poco antes de la llegada de republicanos catalanes y españoles en 1939, y después utilizado por los ocupantes nazis, siguió en funcionamiento con varios criterios hasta 1964.

"Entre 1962 y 1964, más de 20.000 harkis fueron recluidos en el campo de Ribesaltes. Aquellos argelinos que combatieron con el ejército francés contra la independencia de su país, estuvieron con sus familias, en unas condiciones muy precarias, en unas estancias variables. Unos se quedan días y otros se quedan años. La primera etapa que tienen que cumplir es que tienen que confirmar que quieren seguir siendo franceses", explica el reportaje.

"En el campo Joffre -el nombre oficial de la instalación de Ribesaltes- se organizan clases de alfabetización y de trabajos domésticos para las mujeres. Los hombres siguen un curso de iniciación a la vida metropolitana [francesa], y de formación profesional. Muchos son orientados hacia las minas y las industrias del norte del Estado. Otros trabajarán en el cuidado de los bosques en vecindarios de silvicultura [gestión forestal], uno de los cuales está situado en el mismo campo de Ribesaltes. El campo de tránsito cierra oficialmente en diciembre de 1964", añade.

Según France 3, hasta el 2007 fue utilizado como un centro de retención de extranjeros pendientes de ser expulsados.

Argelia consiguió su independencia el año 1962, después de una cruenta guerra desde 1954 que sitó a Francia en una profunda crisis política. Argelia no era considera por París una colonia sino una prolongación de Francia. Mientras que Marruecos y Túnez eran protectorados, Argelia era un departamento como Normandía.

La guerra entre el Frente Nacional de Liberación argelino y el ejército francés se prolongó durante 8 años, y fue muy sanguinaria. Se habla de medio millón de muertos.

El debate sobre el conflicto de Argelia, que ya se había cargado varios gabinetes, desembocó en la caída de la IV República francesa. Ante la gravedad de la crisis, el general Charles de Gaulle, el héroe de la resistencia contra los nazis, fue llamado para encabezar un gobierno que intentara sacar al país del callejón sin salida. Detrás estaban los generales y la derecha colonialista, que esperaban que De Gaulle mantendría a Argelia bajo soberanía francesa. Pero el general descartó toda escalada militar, y se puso a negociar los términos de la independencia. La reacción de los unionistas o colonos fue crear un grupo terrorista, la Organización de la Armada Secreta (OAS), que no desaparecería hasta 1965.