Unos desconocidos han borrado con pintura negra los topónimos en catalán de los paneles de carretera del Matarranya, en la Franja de Ponent, en un nuevo caso de catalanofobia. Los autores del ataque han dejado solo la versión en español. Los municipios afectados han sido La Canyada de Beric y Bellmunt de Mesquí, que han quedado respectivamente como La Cañada de Verich y Belmonte de San José. El ataque se ha producido en la carretera A-1409, en una variante que fue inaugurada en febrero, en esta comarca bajo administración aragonesa.

El Matarranya es la comarca catalanohablante de la actual provincia de Teruel que toma el nombre del río con este nombre, y limita con la Terra Alta, el Baix Ebre y el Montsià, y también con las comarcas valencianas de Els Ports y el Baix Maestrat. Tiene unos 8.200 habitantes, repartidos en 18 municipios. La capital es Vall-de-roures, pero la villa con más actividad cultural es Calaceit. La comarca ha sido un paso de frontera a lo largo de la historia entre Catalunya, el País Valencià y Aragón, y en ella se habla el catalán con uno de los porcentajes más altos de todo el dominio lingüístico.

 

El habla del Matarranya tiene una gran riqueza dialectal, y se puede seguir en cuentas de Twitter como Paraules del Matarranya. Forma parte de las hablas de transición entre el catalán noroccidental y el valenciano; o sea, el catalán hablado en Tortosa y Castelló.

La romanización convirtió el primitivo poblado ibérico de Matarranya en una zona de hábitat agrícola disperso de la provincia Tarraconense. La comarca perteneció después a la taifa de Tortosa, y la islamización fue profunda. Después de la reconquista, en la comarca subsistió una parte de la población musulmana, y fue repoblada por francos y, sobre todo, por catalanes de Lleida. La jurisdicción señorial fue adjudicada al obispado de Zaragoza en 1175 (Vall-de-Roures, Beseit, Fondespatla y Mesquí), y a la orden de Calatrava en 1180 (Maella, Calaceit, la Freixneda, Cretes, la Portellada, Pena-roja de Tastavins, Mont-roig, Nonasp y Favara), bajo el fuero de Aragón.

Las revueltas campesinas de los siglos XV y XVII fueron especialmente relevantes en la comarca a causa del predominio del régimen señorial. Más tarde, en el siglo XIX fue un feudo carlista, y en la primera mitad del siglo XX pasó al otro extremo y tuvo gran implantación en ella el anarcosindicalismo. Durante la guerra civil (1936-39) en la comarca predominó la CNT, y en la mayoría de las localidades se implantó un régimen colectivista.