El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha viajado este jueves a Bruselas para abordar los preparativos de la presidencia rotatoria de la UE, que España tendrá que asumir el segundo semestre del 2023. Albares se ha reunido con el vicepresidente de la Comisión encargado de las relaciones interinstitucionales, Maros Sefcovic, y con el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, así como con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. No obstante, en el caso del encuentro con Metsola, las carpetas relativas a Catalunya han acabado copando buena parte de los temas de la reunión. El propio Albares ha explicado al acabar el encuentro que había hablado con Metsola sobre el uso del catalán, el gallego y el vasco a los plenos del Parlamento -una de las reivindicaciones que el Govern de Pere Aragonès ha incluido en la mesa de diálogo- y sobre el informe de la Junta Electoral Central en relación a los eurodiputados independentistas.

En el marco de la mesa de diálogo entre el Gobierno catalán y el español se ha acordado un documento sobre "la protección y el impulso de la lengua catalana", donde el ejecutivo de Pedro Sánchez se compromete a asegurar la presencia del catalán en las instituciones comunitarias e internacionales. "Concretamente, el gobierno español solicitará a la presidencia del Parlamento Europeo que considere el catalán como lengua de uso en el pleno y a efectos del ejercicio del derecho de petición ante la institución", se asegura en el acuerdo que se hizo público el pasado mes de julio. Dos meses después, el Gobierno hizo llegar la carta a la Eurocámara pidiendo que el catalán, el gallego y el euskera puedan ser lenguas de uso a los plenos.

Catalán, gallego y euskera

Durante la reunión de hoy, Metsola ha trasladado al ministro que "hay dificultades técnicas" para permitir el uso de las tres lenguas cooficiales en el hemiciclo que obligaría, entre otras cuestiones, a garantizar el espacio necesario para las cabinas de interpretación. Además, en declaraciones a la salida de la reunión, el ministro ha constatado las dificultades políticas con que la propuesta chocará en la mesa de la Eurocámara, a quien corresponde dar luz verde a esta decisión.

Además de la carpeta relativa a la lengua, los dos políticos han abordado a lo largo de la conversación la resolución de la Junta Electoral Central (JEC) en que se insiste en que los eurodiputados independentistas Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Jordi Solé no disponen de las preceptivas acreditaciones para asumir sus escaños como diputados, por lo cual reclama que queden vacantes hasta que se presenten en el Congreso a jurar la Constitución, tal como marca la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG).

La presidenta de la Cámara ha confirmado al ministro que había recibido la carta y que conocía la argumentación de la JEC, y le ha explicado que los servicios jurídicos están analizando la situación.

A pesar de que en un primer momento, Puigdemont y Comín no pudieron asumir los escaños porque la JEC les negaba la acreditación con el argumento que no se habían presentado a Madrid a jurar la Constitución, en diciembre del 2019 el entonces presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, les permitió acceder al pleno después de que el TJUE determinó que Oriol Junqueras, era diputado desde el mismo momento en que se proclamaron los resultados, sin necesidad de jurar la Constitución.