Dos días después de la debacle en las elecciones catalanas, Pablo Casado ha dado por fin la cara. Acompañado del candidato Alejandro Fernández, ha buscado justificaciones para unos "malos resultados" del domingo en el Gobierno de España, la pandemia y, en última instancia, el pasado del partido. No obstante, el líder estatal del PP ha anunciado una noticia muy relevante: abandonan la histórica sede de la calle Génova, en Madrid. La misma sede que justamente ahora está siendo investigada por la Audiencia Nacional en el juicio de los papeles de Bárcenas. Su reforma, que costó un millón de euros, se habría pagado con dinero negro proveniente de esa caja B. No se conoce aún la nueva ubicación.

En una intervención abierta delante de su ejecutiva, pero cerrada al acceso de los periodistas y medios de comunicación, el dirigente conservador ha querido dar ejemplo. En este sentido, a pesar de desvincularse del pasado, ha anunciado que "cambiaremos la sede de ubicación porque no tenemos que seguir en el edificio de la reforma que se está investigando ahora en los tribunales". De la misma manera, también ha adelantado que crearán un "nuevo departamento de compliance que establecerá mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y un canal anónimo de denuncias con absolutas garantías, a semejanza de lo que sucede en las grandes empresas". Ha defendido que "hay que apostar por una regeneración justa para poder llegar a nuestra meta tan pronto como sea posible". Casado también ha anunciado un congreso en otoño para recuperar el voto perdido, que se ha ido a Vox y Ciudadanos.

El líder estatal del PP ha hecho balance de un resultado electoral malo, pero ha atribuido todas las culpas a los que le precedieron. "El PP empezó a caer en picado en las encuestas por un tema que no tiene nada que ver con esta dirección", ha sostenido Pablo Casado, que ha adelantado que no dará más explicaciones por actuaciones que no le impliquen a él y a su ejecutiva. "No podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos", ha asegurado de forma contundente.

En cuanto a los resultados del 14-F, Casado ha asegurado que "son malos para Catalunya y para toda España". Ha constatado como "la amarga victoria de Illa ha dado paso en pocas horas a una dulce alianza independentista que por primera vez superan la mitad de los electores".

¿Qué se juzga ahora?

El objeto del juicio oral que ya ha empezado es el pago de la reforma de una parte de la sede del Partido Popular, en la calle Génova 13 de Madrid, con 900.000 euros de dinero negro procedentes de la caja B del partido, donde entraban ingresos irregulares de grandes empresas y también salían sobresueldos a los principales cargos del partido. Una contabilidad paralela que se prolongó, como mínimo, dos décadas. El juicio también busca aclarar si el PP cometió delito fiscal al no declarar las donaciones presuntamente ilegales de empresarios y si Luis Bárcenas, entonces tesorero de la formación, se quedó con una parte de este dinero. Está previsto que el juicio se alargue hasta el mes de mayo.