Este martes arranca el juicio del caso Nóos. Se habla del juicio más esperado de los últimos años, no tanto por el tipo de delitos, sino por los acusados. La infanta Cristina, no se ha podido librar de sentarse en el banquillo de los acusados, y junto con su marido Iñaki Urdangarin, principal investigado, tendrá que hacer frente a todas las sesiones que empiezan este martes y que está previsto que duren hasta el 30 de junio. La exduquesa de Palma está acusada de ser cooperadora necesaria de dos delitos fiscales. El sindicato Manos Limpias, que es quien presenta la acusación, le pide 8 años de prisión.

En total hay 19 procesados. Están acusados de desviar presuntamente, 6'2 millones de euros públicos. Se los habrían quedado Iñaki Urdangarin y su exsocio, Diego Torres, mediante una compleja red de empresas fantasma que facturaban en el Instituto Nóos.

La Fiscalía Anticorrupción pide más de 100 años de prisión para 14 de los acusados, 19 y medio para Urdangarin y 16 y medio para Torres.

El papel de la Infanta

La Infanta va a juicio, aunque la Fiscalía considera que no hay bastantes pruebas contra ella. Aunque cree que se habría beneficiado de las presuntas estafas de su marido. Manos Limpias cree que su papel fue imprescindible para que Urdangarin estafara un total de 337.38 euros de las cuotas del IRPF de los años 2007 y 2008, a través de la empresa Aizoon de la que los dos eran propietarios. De hecho, la acusación cree que era una de las empresas pantalla que formaba parte del conglomerado empresarial tejido por el marido de la Infanta y su socio.

Los investigadores estuvieron ocho meses rastreando las cuentas de la infanta Cristina y todos sus bienes, inmuebles, fondo de inversión, activos financieros y depósitos. Se pidieron varios informes a Hacienda. La investigación derivó el 8 de febrero del 2014, ahora hace 2 años, en la imputación de la Infanta. Su abogado, Miquel Roca i Junyent, en un intento de evitar que la hermana del Rey se sentabas en el banquillo de los acusados, intentó que se le aplicara la llamada doctrina Botín, que impide juzgar a un imputado sin la acusación de la Fiscalía y el perjudicado de sus delitos, que en este caso es la Agencia Tributaria. Pero la Audiencia de Palma resolvió en contra.

El primero en declarar, un amigo de Urdangarin

La rueda de declaraciones empieza con Pepote Ballester, exdirector general de Deportes en el último Gobierno de Jaume Matas y medallista olímpico. Matas le había dado la orden de que todo lo que llegara de Urdangarin tirara adelante. Algunas de las reuniones las hacían al Palau de Marivent. Según la investigación se habrían desviado 2'3 millones de euros en el Instituto Nóos. Ballester y Urdangarin, que se conocían desde 1985, rompen relaciones el año 2007, a causa de la presión que el exduque ejercía sobre el director general de Deportes por supuestas deudas del Gobierno de Matas en Nóos.

Entre los primeros interrogatorios hay exaltos cargos de las Baleares y el mismo Jaume Matas, que se enfrenta a 11 años de prisión. La pena, sin embargo, podría ser más baja si se acaba de cerrar el acuerdo con la Fiscalía. Le piden que reconozca los hechos del caso Nóos y dos más: la construcción de referencia de las Baleares y la reforma de la sede del PP en la calle Génova de Madrid.

La lista de acusados la completan cargos del Instituto Nóos, de la Generalitat Valenciana y de empresas.

Los últimos en declarar serán los principales acusados: Iñaki Urdangarin, Diego Torres y la infanta Cristina.

Más de 360 testigos

Entre el 8 de marzo y el 22 de abril se interrogarán los testigos, más de 360. Entre ellos está el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y el exalcalde y expresidente de la Comunidad de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón, el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps y exaltos cargos de la Zarzuela.

El juicio no quedará visto para sentencia hasta el verano. Durante todo el mes de mayo se presentarán las pruebas y el 30 de junio, si todo va sobre lo previsto, se presentarán los informes finales.