A través de las palabras del poeta valenciano de principios del siglo XX Miguel Hernández, el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, ha escrito una emotiva carta al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. Una carta que pretende transmitirle cómo de "amarga" es su ausencia y cómo "nos quema tu lejanía de muros", motivo por el cual le ha querido hacer saber que "como ayuntamiento no nos quedamos de brazos cruzados".

Un hombre aguarda dentro de un pozo sin remedio,

tenso, conmocionado, con la oreja aplicada.

Porque un pueblo ha gritado, ¡libertad!, vuela el cielo.

Y las cárceles vuelan 

(Miguel Hernández, Las cárceles)

En el escrito, publicado en ElDiario.es, Asens se lamenta de que "desde que los altos tribunales se sientan a cenar en la mesa de los poderosos, son malos tiempos para la justicia", pero prueba de animar a Cuixart recordándole "lo que has sido y sigues siendo para todos los que te extrañamos".

De hecho, carga contra la justicia española por tratarlo como lo ha hecho porque, le asegura, "siendo como eres un militante pacifista dispuesto siempre a extender la mano al prójimo, incluso a quienes solo ofrecen autoritarismo y ruindad, duele que te asocien arbitrariamente con la violencia".

El polvo del franquismo

La carta es una mezcla de emociones entre halagos y críticas a la forma de actuar de la justicia que, en teoría, debería ser completamente independiente del poder político. "Aquí el fascismo nunca fue derrotado y el poder se construyó sobre sus cimientos", subraya Asens, al mismo tiempo que aprovecha para lamentar que, hoy en día, "las togas de quienes ocupan la cúspide judicial no están, por esa razón, limpias", sino que "el polvo del franquismo las ensucia".

Recordando que ya son cuatro los meses que los dos Jordis llevan encerrados en la cárcel de Soto del Real, el teniente de alcalde de Barcelona pone de relieve que este tiempo ha significado "suplicio, castigo y venganza" hacia su persona y querido pedir que se "recosan complicidades entre unos y otros" y, además, que "se ponga en valor lo que nos une por encima de lo que nos separa".

Asens hace un repaso por las gestas de Cuixart para decirle que "te recuerdo ahora en todos los momentos vividos" y, sobretodo, que recuerda su despedida el día antes de que la jueza Carmen Lamela lo metiera en prisión provisional sin fianza, una despedida en que fue el presidente de Òmnium quien animó al teniente de alcalde, aun sabiendo "el peligro al que te dirigías".

Libertad ajena

Un preso político del siglo XXI. Así recuerda Asens a Cuixart que junto a los otros líderes independentistas encarcelados "has luchado tanto por la libertad ajena, has acabado perdiendo la tuya" y muestra su dolor cuando piensa en la figura del presidente de Òmnium entre barrotes "infames".

Precisamente por eso, le cuenta que "hace poco llevamos ante la justicia la vulneración de derechos humanos del 1-O y denunciamos lo sucedido ante el Congreso de los Diputados o el Parlamento europeo", así como que cada día cuelga de la fachada del consistorio barcelonés un lazo amarillo que recuerda su ausencia.

Por todo esto, le pide que cuando pase por los momentos de más bajón, piense en los miles y miles de personas que le esperan fuera: "Tu cautiverio es nuestro cautiverio" porque, subraya, "nos quisieron imponer censuras vergonzantes y el silencio por la fuerza del miedo". Pero insiste en que "nunca podrán arrebatarnos es la dignidad de volvernos a levantar para decir que somos quienes somos y exigir respeto por nuestros derechos".

"No descansaremos hasta que tú y el resto volváis. No seremos libres hasta que vosotros lo seáis", termina la carta.